Hui Ka Yan, presidente de Evergrande Group, uno de los mayores desarrolladores inmobiliarios de China, nació en una familia pobre; sin embargo, logró forjarse una fortuna que ronda los 30 mil millones de dólares, y ahora, siendo uno de los empresarios más ricos del mundo, busca impulsar a su país sin importar si se trata de futbol, tecnología o automóviles eléctricos.
El magnate creció en la provincia Henan, donde fue criado por su abuela. Pese a las adversidades, los esfuerzos de su padre permitieron que Hui Ka Yan estudiara en la Universidad de Ciencia y Tecnología de Wuhan, de la que al graduarse consiguió trabajo como técnico en una empresa siderúrgica estatal, donde escaló y llegó a ocupar puestos como jefe de departamento y gerente.
Hui fue empleado de la siderúrgica durante 10 años y aunque tenía garantizado el empleo de por vida, decidió probar suerte en la primera zona económica especial de China, por lo que renunció y se mudó a Shenzhen, donde incursionó en el mercado inmobiliario para más tarde fundar Evergrande, que inició con la compra de propiedades de bajo precio en Guangzhou.
Bajo su mando, Evergrande Group se ganó un lugar en el mercado asiático y actualmente es el segundo desarrollador inmobiliario más grande de China por volumen de ventas, de acuerdo con Bloomberg. La empresa ocupa el puesto 138 en la lista de las 500 más grandes del mundo según Fortune, con ingresos por 70 mil 478 millones de dólares y más de 131 mil empleados.
También conocido como Xu Jiayin en chino mandarín, Hui posee actualmente 74 por ciento de Evergrande Group, que según su página oficial ha construido más de 800 proyectos en 280 ciudades, y aunque las bienes raíces son su principal negocio, el empresario también ha invertido en sectores como futbol, tecnología y automóviles eléctricos. Además, Forbes lo catalogó como el mejor filántropo de China en 2018 debido a sus esfuerzos por combatir la pobreza.
En 2010 Hui Ka Yan adquirió el equipo profesional de fútbol Guangzhou Evergrande, el cual ganó cinco títulos consecutivos en la liga china y se convirtió en el primer club chino en triunfar en la Liga de Campeones de Asia. Además, ha incursionado en la industria de vehículos eléctricos con la ambición de volverse el mayor fabricante del mundo. Por ello, ha adquirido participaciones en diversas empresas como fabricantes de motores y baterías. Asimismo, se ha comprometido a invertir en tecnologías como inteligencia artificial.
¿Demasiada ambición?
En busca de alcanzar todas sus metas Hui Ka Yan ha tenido que solicitar grandes préstamos, por lo que analistas estiman que existe un riesgo creciente de que sus deudas lleguen a un nivel inmanejable si la economía de China se debilita. Algunos le conocen ya como “el rey de la deuda” y estiman que su compañía debe actualmente más de mil millones de dólares.