La fabricante de ciberseguridad, Imperva, advirtió que los deficientes controles de protección de datos y la llegada de nuevas herramientas de Inteligencia Artificial (IA) generativa basadas en Large Language Models (LLMs) conducirán a un repunte de los ataques a información sensible durante el próximo año.
De acuerdo con información de Imperva, prohibir a los empleados el uso de IA generativa es inútil pero, inevitablemente, la gente encuentra la manera de no hacer caso a restricciones y sólo se crea un juego de riesgo interminable para los equipos de seguridad.
La compañía explicó que no es necesario que la gente tenga malas intenciones para provocar una violación de datos, la mayoría de las veces, sólo intentan ser más eficientes en su trabajo, pero si las empresas no ven que los LLM acceden a su código backend o a sus almacenes de datos sensibles, es cuestión de tiempo que tengan un problema de ciberseguridad.
Ante esta situación, apuntó, en lugar de confiar en que los empleados no utilicen herramientas no autorizadas, las empresas deben centrarse en proteger sus datos y asegurarse de que pueden responder a preguntas clave como quién accede a ellos, qué, cómo y desde dónde.
Imperva aseguró que es crucial que las organizaciones descubran y tengan visibilidad sobre cada repositorio de datos de su entorno para que la información importante almacenada en bases de datos no se olvide ni se utilice indebidamente.
Además, las empresas necesitan implementar capacidades de monitoreo y análisis de datos que puedan detectar amenazas como comportamientos anómalos, exfiltración de datos, escalada de privilegios o creación de cuentas sospechosas.
PMA