El gobierno federal de Estados Unidos no cuenta con el apoyo de su industria automotriz para aprobar un impuesto de 25 por ciento a la importación de autos y autopartes, por lo que es inviable que pueda materializarse la propuesta, afirmó el presidente ejecutivo de la Industria Nacional de Autopartes (INA), Óscar Albín.
“Ésta es sólo una intensión, pero falta que lo puedan realizar. Hay mucha posibilidad de que la amenaza no pase a ser más que una buena intención de Estados Unidos para su propio gobierno”, explicó Albín luego de la firma del convenio entre el Fonacot y el INA, que permitirá a los trabajadores acceder a los créditos del instituto.
Ante la petición del presidente Donald Trump, el Departamento de Comercio de Estados Unidos analiza la propuesta de imponer nuevos aranceles a los vehículos importados. Medios locales publicaron que el gravamen será de 25 por ciento, pero el gobierno de EU no lo aclaró, aunque sí subrayó que inicia una investigación sobre el sector.
La investigación, que se sustenta en la Sección 232 de un Acta de Expansión de Comercio de 1962, determinará si las importaciones de automóviles, incluyendo SUV, vans, vehículos ligeros, así como autopartes en Estados Unidos afectan la seguridad nacional, informó el Departamento de Comercio, que encabeza Wilbur Ross.
Óscar Albín explicó que en el caso del acero y el aluminio, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contaba con el apoyo de su propia industria para llevar a cabo la medida y limitar las importaciones principalmente de China
El presidente el INA añadió que de aprobarse esto sería un golpe a la industria automotriz mundial, ya que Estados Unidos importa vehículos de Canadá, México, Japón, Corea, Alemania y otros países, por lo que además estaría perjudicando y dañando las relaciones comerciales que hay en todo el mundo.
MCM