Inclusión laboral de personas con discapacidad va a paso lento

En 23 años, el porcentaje de esta población que puede laborar y tiene trabajo en el sector formal pasó de 25 a casi 40%, muy lejos del 67% que es el general nacional, de acuerdo con cifras del Inegi.

En 2022, un 41.2 por ciento de las personas con discapacidad presentaba rezago educativo. MILENIO FIN DE SEMANA
Ciudad de México /

Noemi Nalleli Pérez, como a miles de mexicanos, le costó mucho encontrar trabajo en los últimos cinco años, debido a la pandemia el mercado laboral se reconfiguró pero fue gracias a Facebook que en 2021 descubrió una opción de vida con la venta de productos Natura para poder salir adelante, tanto así que ya es líder de equipo.

La diferencia de esta historia con la de muchas otras es que es una persona con discapacidad auditiva, lo cual redujo más sus posibilidades, pues esta población, aún con los importantes avances en inclusión que tiene México, sigue estando lejos de niveles medianamente aceptables de inserción laboral, de acuerdo con especialistas.

Noemi Nalleli Pérez, Consultora de Belleza para Natura con discapacidad auditiva.
“Yo no quería renunciar, aunque el problema era a nivel comunicación, por lo que difundí mucha información en Facebook y más personas ingresaron. Yo quería ser una gran líder y reunirme con personas, convoqué a una intérprete y de enero a la fecha he podido reunir un equipo”, cuenta Noemí a MILENIO de su historia para salir adelante.

De acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el año 2000 alrededor de 25 por ciento de las personas con discapacidad estaba en el mercado laboral formal, para 2020 este porcentaje llegó a 38 por ciento y para 2023, de acuerdo con estimaciones de la organización Éntrale, una alianza empresarial por la inclusión, este porcentaje está cerca de 40 por ciento.

Estas cifras están muy lejos del promedio de las personas que no tienen una discapacidad, que es de 67 por ciento y así se ha mantenido en las últimas dos décadas.

“Sí hemos avanzado en la inserción laboral, pero nos falta mucho por hacer, y no me refiero a la cuestión empresarial, sino también desde la educación y la sociedad en general (...) al final del día, menos de la mitad tiene un empleo, y aunque sí creo que hoy, empresas de distintos giros empiezan a tener más este enfoque de diversificar sus plantillas laborales, este porcentaje nos dice que aún hay mucho por hacer”, expuso a MILENIO Erika de la Barrera, gerente de Responsabilidad Social Corporativa de la empresa de recursos humanos Adecco.

También la falta de una formación y capacitación adecuados a su situación no les permite progresar; de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) en 2010 alrededor de 58 por ciento de la población con discapacidad presentaba rezago educativo, para 2018 bajó a casi 47 por ciento.

“La falta de adaptación de los servicios educativos, tanto en infraestructura como en materiales y personal capacitado, así como insuficientes apoyos para garantizar el acceso a la educación, han generado que parte de esta población no pueda disfrutar con equidad el derecho a la educación frente a las personas sin discapacidad”, expuso el organismo.

Pobreza

Sigue prevaleciendo la pobreza entre las personas con discapacidad.

De acuerdo a datos de Statista, 54.1 por ciento de las personas con discapacidad en 2014 estaba en pobreza, para 2022 este porcentaje bajó a 41.2 por ciento, esto gracias en parte también a los programas de apoyo social del gobierno (becas).

Pero si lo comparamos con la población sin discapacidad, en 2014 este grupo era 45.6 por ciento y para 2022 bajó a 35.9 por ciento.

“Debemos saber cómo sociedad qué es la discapacidad, para muchos es no poder trabajar, no tener una mano, no escuchar o no poder hablar, por supuesto esto limita la accesibilidad de las personas, pero realmente el nivel de la discapacidad está al nivel de la accesibilidad que hay en la sociedad para integrarlos”, dijo Erika de la Barrera de Adecco.

Incluso por género, las mujeres con discapacidad son las que enfrentan los retos más grandes, pues de acuerdo con el Inegi, sólo el 26 por ciento de este grupo tiene empleo formal.

Conforme cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación, 44.9 por ciento de las personas con discapacidad se han sentido discriminadas al buscar empleo y 23.3 por ciento al interactuar con oficinas o servicios gubernamentales debido a prejuicios y estereotipos.

Por ello Erika de la Barrera dijo que las empresas deben de colocar la integración de rampas y estructuras que se adapten a todos los niveles y tipos de discapacidad, lo cual asegura que no necesariamente consiste en grandes inversiones.

“Es importante identificar la competitividad de posiciones y cuáles son compatibles con qué discapacidad, esto por temas tanto de funcionalidad en el puesto como por seguridad y por último está la parte de contratación, a través de qué alianzas o instituciones la empresa se pueda allegar de perfiles que necesite”, añadió.

Empresas responsables

Parte de la inclusión laboral actual es gracias a las empresas y sus acciones. La alianza Éntrale, conformada por firmas como Televisa, Cinepolis, Cemex, Lala y Grupo Bimbo, realizan actividades y lanzan ofertas laborales para incluir a las personas con discapacidad.

“Con las soluciones prácticas y herramientas innovadoras desarrolladas por la organización, las empresas no solo cumplen con un deber social, sino que también descubren el valor agregado de una fuerza laboral diversa e incluyente, que es clave para la innovación y el éxito de México”, dijo Fernando Estrada Franco, director ejecutivo de Éntrale.

Según datos de la Asociación Mexicana de Envase y Embalaje (AMEE), alrededor de 30 por ciento de los empaques en el país se han adaptado a las necesidades de personas con alguna discapacidad, como cajas con instrucciones en braille o adaptaciones para personas sin alguna extremidad, un avance que se vuelve lento dado que la sociedad en general no lo exige a las empresas.

Rosa María Sánchez Maldonado, directora de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos (Canipec), dijo que hay ciertas marcas que se han adaptado, como L'Oréal, pero una de las dificultades que encuentran es que no son productos solicitados, y esto representa un sobrecosto para la producción.

“Hay diversas acciones al respecto, algunas marcas han optado por poner lenguaje braille, algunos para las discapacidades motrices han generado productos más abre fácil, algunos han adaptado la tecnología con apps que ayuden a leer las etiquetas o ayudar a maquillar a personas con discapacidad visual
“A veces no vemos el avance tan evidente porque la proporción de la población no es la mayor parte, vamos en un camino hacia allá, pero todavía falta, porque no siempre lo que se implementa es lo que le sirve al consumidor, en México no hay como tal una demanda”, expuso.

ER

  • Nilsa Hernández
  • Reportera de negocios, especializada en temas de consumo, agroindustria y comercio internacional. Egresada de la FCPyS. Soy amante de las buenas historias, las películas de terror, largas pláticas y los gatos.

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