El Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) considera que el aumento del salario mínimo en 15 por ciento a partir de 2021, de 123.22 a 141.70 pesos y en la frontera norte de 185.56 a 213.39 pesos, afectará la recuperación económica, la creación de empleos y elevará la informalidad laboral.
En videoconferencia con medios, el IMCP señaló que este incremento no es gradual, ni progresivo, ni contempla el escenario económico actual y futuro inmediato de nuestro país, además hay que considerar que muchas micro, pequeñas y medianas empresas (MiPymes) son las que generalmente pagan salarios mínimos y las que, con los efectos de la pandemia, tienen mayor riesgo de no poder sobrevivir.
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La presidente del IMCP, Diamantina Perales, indicó que, si bien el aumento al salario beneficia a los trabajadores, y estos a su vez con mayores ingresos consumirán más y estimularán la demanda interna, que es importante para la recuperación económica, en esta época de pandemia, pagar salarios más altos afectará especialmente a las MiPymes.
Explicó que se espera que en 2021 el crecimiento económico sea de entre 3.3 y 3.5 por ciento, pero si lo comparamos con la caída el producto interno bruto (PIB) en 2020 de 9 por ciento, no vamos a estar todavía como antes de la pandemia.
Además, abundó la presidente del IMCP, los empresarios esperan que haya condiciones de certidumbre para poder invertir y generar riqueza, y también se espera que los empleos que se perdieron en la pandemia se puedan recuperar, pero con el aumento al salario mínimo es difícil ofrecer nuevos puestos de trabajo.
El presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP, Ernesto O’Farril, agregó que habría que considerar que el entorno por el cual están atravesando hoy en día las empresas mexicanas es realmente complejo; por un lado, una contracción económica de 9 por ciento donde todavía se ve una debilidad muy fuerte en el mercado interno.
Por otro, añadió, hoy en día tenemos un repunte de los contagios por covid-19 que está fuera de control y, con esto, la posibilidad de que se vuelvan a cerrar actividades en varias ciudades; además, los bancos han cerrado el crédito porque la tregua en el sistema bancario que se concedió hace algunos meses de este año ya terminó y entonces la cartera vencida está aumentando.
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A esto se suma, abundó O’Farril, las empresas no están pudiendo cobrar, si es que venden, y el esquema fiscal no ayuda, pues el Servicio de Administración Tributaria (SAT) sigue retrasándose con las devoluciones del Impuesto al Valor Agregado (IVA).
“Simplemente, la circunstancia difícil del mercado hace a su vez complicado que las empresas puedan contratar más empleos, más aún si la deducibilidad de las prestaciones sociales está limitada y quieren quitar radicalmente la figura del outsourcing (subcontratación de personal)”, señaló.
En este contexto, el presidente de la Comisión de Análisis Económico del IMCP considera que el aumento al salario mínimo es una cuestión “más de tipo electorero que de tipo técnico y lo que va a suceder es que más que inflación, va a generar una contracción del empleo, será lógico esperar que baje y que el informal aumente, porque la gente no se queda cruzada de brazos”, afirmó.
lvm