Hasta ayer, México registró 149 mil 614 muertes relacionadas con complicaciones por covid-19; en esta emergencia sanitaria los trabajadores de la industria funeraria han doblado turnos de trabajo que los han llevado a un cansancio físico y emocional.
“La mayor crisis la estamos viviendo en la parte de personal, ya ahorita el personal empieza a estar cansado, cada vez se empieza a percibir un agotamiento más grande. Hay personal y empresas que no han descansado; los colaboradores han trabajado 48 horas continuas. Por mucho que nosotros manejemos esta situación de tratar con deudos y la muerte todos los días, ya nos está alcanzando la situación emocionalmente porque lo vemos muy cercano, esa situación también está cansando física y anímicamente al personal”, dijo en entrevista con MILENIO Roberto García, vicepresidente de la Asociación Nacional de Directores Funerarias (ANDF).
De acuerdo con el directivo, este desgaste físico y emocional comienza a manifestarse en trabajadores del sector a través de alteraciones a la conducta, cansancio físico, insomnio y defensas bajas, que los hacen más propensos al contagio. El organismo estima que dentro del sector funerario formal trabajan cerca de 50 mil personas en el país.
“Es difícil de medir, pero son cosas que se empiezan a notar. La mayoría de las empresa contamos con círculos o centros de apoyo de duelo y si eso no alcanza, acabamos de firmar un convenio con el Consejo Mexicano para la Seguridad de la Ciudad de México, con una línea de atención para cualquier trabajador funerario que requiera apoyo psicológico”, dijo.
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Aunado a esta problemática, la industria asegura que se encuentra a punto de entrar en una crisis ante una sobredemanda de ataúdes para dar servicios. De acuerdo con García, el sector ha reportado un incremento de entre 100 y 200 por ciento en el número de solicitudes de servicios. En tanto, en la parte de cremación las empresas están tardando hasta seis días para poder realizar un servicio.
“Desde la última semana de diciembre se empezó a detectar este incremento en la solicitud de servicios funerarios en la zona del Valle de México y ahorita empezamos a tener reportes de que Puebla, Guanajuato e Hidalgo empezaron a tener repuntes importantes”, indicó.
García, aseguró que en el traslado de un fallecido por covid-19 se busca hacer uso únicamente de la bolsa séptica, pero que existe un alza importante en el número de inhumaciones, lo que ha puesto en alerta a los fabricantes ante dicha sobredemanda.
“En este momento nos encontramos en el límite. De presentarse esta situación durante más tiempo focalizado en algún lugar, como el Valle de México, tendremos que tomar estas alternativas. La industria espera que esta situación ya baje porque la vemos muy complicada”, aseguró.
Sostuvo que ante esta problemática la industria puede poner a disposición materiales alternativos, como los ataúdes de cartón que, dependiendo de su configuración, pueden representar ahorros hasta entre 20 y 30 por ciento. Sin embargo, pese a que estos desarrollos han existido en el país desde hace una década, son pocos los servicios funerarios que se realizan con estos.
El directivo también aseguró que es preciso que la industria sea considerada dentro del esquema de vacunación, toda vez que tienen interacción con cuerpos y familiares de personas contagiadas, por lo cual han girado oficios a las autoridades, aunque al momento no han recibido respuesta.
srgs