El aumento en los precios de la electricidad y un alza generalizada en la mayoría de los productos de la canasta básica provocó que la inflación llegara a su mayor nivel en poco más de dos décadas durante la primer quincena de julio.
Las repercusiones en los bolsillos de los mexicanos seguirán, y se prevé que el pico inflacionario se dé entre agosto o septiembre, demuestran datos oficiales y analistas económicos.
Durante la primer quincena de julio, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), el indicador que mide el aumento y la baja de alimentos, productos básicos y servicios, tuvo un aumentó de 0.43 por ciento respecto a la quincena anterior, por lo cual la inflación general anual se situó en 8.16 por ciento, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Se trata del nivel más alto desde la primera quincena de enero de 2001 y para la misma quincena de julio también supone la tasa más elevada desde 1998.
Si bien, la inflación se colocó poco arriba de lo proyectado por analistas del sector financiero, se encuentra prácticamente al doble del rango máximo del Banco de México (Banxico), ya que su objetivo es mantener este indicador en 3 por ciento y un punto porcentual más a la baja o al alza (es decir 2 o 4 por ciento).
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De acuerdo con el Inegi, los productos con precios al alza que tuvieron una mayor incidencia en la primera quincena del mes fueron el huevo (incremento de 6.28 por ciento); la papa y otros tubérculos (6.82 por ciento); loncherías, fondas, taquerías y torterías (0.43 por ciento); servicios de electricidad (1.38 por ciento); la cebolla (5.93 por ciento) y la naranja con (6.04 por ciento).
A su vez, los productos cuyo precio disminuyó y contrarrestó el incremento de la inflación fueron el del pollo (disminución de 1.37 por ciento); aguacate (3.64 por ciento); la uva (11.21 por ciento); el chile poblano (5.45 por ciento) y las calabacitas (2.73 por ciento).
En tanto, el Inegi también dio a conocer que el índice de inflación subyacente, aquella que no incluye productos volátiles como los energéticos, avanzó 0.34 por ciento a tasa quincenal y a tasa anual se colocó en 7.56 por ciento.
En el mismo periodo, el índice de precios no subyacente, que incluye los productos que no son sensibles a los cambios, subió 0.68 por ciento quincenal y se situó en 9.96 por ciento a tasa anual.
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Analistas prevén el máximo entre agosto y septiembre
Analistas de Finamex indicaron que pese a que las cifras estuvieron más alineadas con las expectativas, los datos de la inflación general y subyacente para la primera quincena de julio, alcanzaron máximos no observados en 23 años, mientras que la inflación subyacente superó por más del doble su promedio histórico de 10 años.
Por su parte, especialistas Ve por Más (BX+) precisaron que la inflación anual volverá a subir en agosto y se moderará a partir del cuarto trimestre del año, y el descenso se deberá, en buena medida, a una alta base comparativa y bajo el supuesto de que algunos cuellos de botella en la producción, asociados a la pandemia, se desvanezcan gradualmente.
Agregaron que también “contribuirá una desaceleración en la demanda, ante la erosión del poder adquisitivo, mayores costos financieros y menor confianza sobre la situación económica esperada”.
En tanto, analistas de Invex estimaron que la inflación podría alcanzar un máximo de 8.50 por ciento anual en septiembre antes de descender a 8.20 por ciento hacia finales de 2022.
La tercia de analistas coincidieron en que los datos publicados este viernes por el Inegi, refuerzan la posibilidad de que el Banxico incremente su tasa de referencia en tres cuartos de punto porcentual (75 puntos base) en la próxima reunión de política monetaria de agosto como medida para disminuir la inflación.
KL