La inflación en el conjunto de la OCDE se mantuvo globalmente estable en abril, al quedarse en el 5.7 por ciento, una décima menos que en marzo, mientras la subyacente, que deja aparte los elementos más volátiles que son la energía y los alimentos, se redujo en dos décimas al 6.2 por ciento.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que publicó hoy los datos mensuales de la inflación, refirió que en abril esta descendió en 24 de sus 38 miembros, mientras que aumentó en el tercio restante.
Entre los que se constataron subidas estuvo España, con una décima más al 3.3 por ciento, por encima de la media de la zona euro, que en abril se mantuvo sin cambios en 2.4 por ciento.
En el caso de España, ese ligero repunte en abril se debió a la aceleración de los precios de la alimentación al 4.7 por ciento en términos interanuales (cuatro décimas más que en marzo) y sobre todo por el tirón en la energía, hasta el 5 por ciento (frente al 1.6 por ciento un mes antes).
La inflación también creció en México (tres décimas al 4.7 por ciento) o en Chile (dos décimas, al 4 por ciento).
Colombia fue una vez más en abril el segundo país con la inflación más alta de la OCDE, pese a que disminuyó en dos décimas en un mes al 7.2 por ciento, sólo superada por Turquía, que sigue en tasas muy elevadas (69.8 por ciento, 1.3 puntos más que en marzo).
En el otro extremo, Costa Rica fue de nuevo el único miembro con una inflación negativa (-0.5 por ciento), aunque menos pronunciada que en marzo (-1.2 por ceinto).
Las caídas de la inflación más pronunciadas en abril en términos relativos fueron las de Estonia (nueve décimas al 2.8 por ciento), Reino Unido (ocho décimas al 3 por ciento), Islandia (ocho décimas, al 6 por ciento), Luxemburgo (siete décimas al 2.4 por ciento), Austria (seis décimas al 3.5 por ciento) y Eslovenia (seis décimas al 3 por ciento).
MRA