La inflación en Estados Unidos cayó en diciembre a 6.5 por ciento anual, marcando su nivel más bajo en más de un año, según datos divulgados por el gobierno.
El índice de precios al consumo (CPI) subió 6.5 por ciento en 2022. Se trata del aumento más pequeño en 12 meses desde octubre de 2021, y se compara con 7.1 por ciento del año móvil terminado en noviembre pasado, según los datos del Departamento de Trabajo.
El alza de los precios al consumidor en Estados Unidos se moderó de nuevo el mes pasado, avivando las esperanzas de que el control de la inflación en la economía seguirá disminuyendo este año y posiblemente requiera una acción menos drástica por parte de la Reserva Federal para controlarlo.
La lectura se suma a las crecientes señales de que la peor inflación en cuatro décadas está disminuyendo gradualmente.
Aún así, la Fed no espera que la inflación se desacelere lo suficiente como para acercarse a su objetivo de 2 por ciento hasta bien entrado 2024. Se prevé que el banco central eleve su tasa de referencia en al menos un cuarto de punto cuando se reúna a fin de mes.
Pese a que se desacelera gradualmente, la inflación sigue siendo una dolorosa realidad para muchos estadounidenses, especialmente por el alza en alimentos, energía y alquileres que se ha registrado en los últimos 18 meses.
Por ahora, la inflación cae, incluyendo el precio promedio nacional de un galón de gasolina de un punto máximo de 5 dólares en junio a 3.27 a partir del miércoles, según AAA.
Los retrasos en la cadena de suministro que anteriormente inflaron el costo de los productos se ha resuelto en gran medida.
Los consumidores también han gastado menos en bienes físicos y han optado más en servicios, como viajes y entretenimiento. Como resultado, el costo de los productos, entre ellos vehículos usados, muebles y ropa, ha bajado por dos meses consecutivos.
MRA