La inflación en Estados Unidos bajó al 7.7 por ciento interanual en octubre desde 8.2 por ciento de septiembre, su nivel más bajo desde enero de 2022, una señal de que las medidas del banco central estadunidense, la Reserva Federal (Fed, por sus siglas en inglés), pueden estar dando resultado.
A un mes, la variación de precios subió un ligero 0.4 por ciento, igual que en septiembre, según el índice de referencia IPC publicado por el Departamento de Trabajo.
La caída de la inflación fue más fuerte de lo esperado, ya que los analistas estimaban 0.6 por ciento en el mes y 7.9 por ciento en el año, según el consenso de Market Watch.
La alta inflación se había convertido en uno de los temas principales de la campaña para las elecciones de medio mandato, que se celebraron el martes, y cuyos resultados definitivos aún no se conocían en la mañana del jueves.
La oposición republicana hizo de ese tema, la mayor preocupación de los estadounidenses según sondeos, el principal eje de su campaña, implicando al presidente Joe Biden en el alza de los precios.
La vivienda explica gran parte de esta inflación. Los precios inmobiliarios, tanto de alquileres como de operaciones de compra-venta, se han disparado durante la pandemia.
El precio medio de una vivienda unifamiliar aumentó 8.6 por ciento en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período del año pasado, según datos de la Asociación de Agentes Inmobiliarios (NAR), también publicados hoy.
La desaceleración de la inflación podría ser una señal de que las medidas tomadas por la Fed para combatirla finalmente estarían comenzando a dar sus frutos.
MRA