Aunque se prevé que los niveles de inflación se moderen en 2022, persisten factores que seguirán afectando la dinámica de precios, como la crisis energética y las presiones inflacionarias externas, por lo que las expectativas apuntan a que la inflación al cierre de 2022 esté alrededor de una tasa anual de 4 por ciento, que es el límite máximo establecido por el Banco de México (Banxico), coincidieron analistas del mercado.
El Banxico estima que en el cuarto trimestre de 2022 la inflación se ubique en una tasa anual de 3.3 por ciento y los especialistas en economía del sector privado prevén un nivel de 3.84 por ciento para el cierre de 2022, pero el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF) considera una tasa anual de 4 por ciento.
De acuerdo con el último anuncio de política monetaria del banco central, los principales riesgos para la inflación son las presiones inflacionarias externas, presiones de costos, persistencia en la inflación subyacente (la que excluye precios de bienes y servicios más volátiles, como agropecuarios y energéticos), depreciación cambiaria y aumentos de precios agropecuarios y energéticos.
En este sentido, el área de análisis de Banco Base estimó que la inflación seguirá al alza con la llegada de la temporada decembrina que podría empeorar las condiciones del mercado, tanto por el incremento en la demanda de mercancías, como por las altas temperaturas que a su vez incrementan la demanda de energéticos.
Destacó que los precios de los energéticos se encuentran en el componente no subyacente de la inflación, pero pueden terminar afectando los costos de transporte, los cuales se ubican en el componente subyacente y, de esta manera, afectar las expectativas de inflación en el largo plazo.
Así, Banco Base abundó en que el alza en el componente de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno que se registró en octubre pasado es, en parte, resultado de la conclusión del subsidio al programa de tarifas eléctricas de temporada de verano en 18 ciudades del país donde el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) tiene cobertura, pero la crisis de los energéticos en Asia y Europa continúa como riesgo en el componente no subyacente de la inflación.
Presiones inflacionarias externas
En octubre pasado, en Estados Unidos la inflación se ubicó en una tasa anual de 6.2 por ciento, la tasa más alta desde noviembre de 1990. De acuerdo con información del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en los primeros ocho meses del año, 45 por ciento de las importaciones de México provino de Estados Unidos.
Banco Base explicó que las presiones inflacionarias a nivel global son resultado principal de las disrupciones en las cadenas de suministro, alza en costos de transporte y de la crisis energética, lo que ha incrementado los costos que enfrentan los productores, con una inflación al productor de 8.6 por ciento, que poco a poco se ha ido traspasando a los consumidores.
MRA