Ya sea salsa mexicana o guacamole, durante la primera quincena de julio, preparar alguno de estos complementos hechos con chile serrano, cebolla, tomate o aguacate fue más caro que en el mes y año anteriores, a consecuencia de las condiciones climáticas que elevan el precio de algunos de sus ingredientes.
De acuerdo con el reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la mayor incidencia de precios se dio en el chile serrano, que tuvo un aumento anual de 47.7 por ciento, pese a que algunos de los demás insumos mostraron una tendencia a la baja con respecto a julio de 2022; en su comparación mensual sí incrementó su precio.
En el caso del aguacate, este tuvo una variación al alza de 28.4 por ciento si se compara con junio; la incidencia de la cebolla fue de 21 por ciento, mientras que de los chiles envasados fue de 13.22 por ciento. En contraste la inflación en el precio del jitomate tuvo una desaceleración de 9.8 por ciento y la del tomate y la del tomate verde 3.49 por ciento.
Las verduras son un componente de la inflación no subyacente, una parte de la inflación general que se caracteriza por la variación de los precios de los bienes y servicios cuyos precios son más volátiles y sobre los que la política monetaria no tiene incidencia, ya que muchas veces estos dependen de condiciones temporales o climáticas, así como decisiones administrativas que no se pueden controlar.
Los precios de estos bienes y servicios que afectan a la inflación de manera temporal.
El índice nacional de precios al consumidor registró una variación de 0.29 por ciento respecto a la quincena anterior. Con este resultado, la inflación general anual se ubicó en 4.79 por ciento, desacelerándose por quinta quincena consecutiva, aunque la meta del Banco de México (Banxico) es que esta se ubique en 3 por ciento+/- un punto porcentual. En la misma quincena de 2022, la inflación quincenal fue de 0.43 por ciento y la anual, de 8.16 por ciento.
El índice de precios no subyacente tuvo un alza de 0.44 por ciento quincenal y una caída de 0.97 por ciento a tasa anual. Dentro del índice, a tasa quincenal, los precios de los productos agropecuarios incrementaron 1.13 por ciento y los de energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno bajaron 0.17 por ciento.
¿Qué otros productos y servicios aumentaron de precio?
Otros productos de este componente que también registraron variaciones al alza fueron: carne de res, limón, electricidad, gasolina de bajo octanaje, naranja, plátano, chayote, lechuga y col.
En tanto, el índice de precios subyacente, que es la variación de los precios de los bienes y servicios cuyos precios son más estables, esto es, que no varían fácilmente en el tiempo como mercancías y servicios, aumentó 0.24 por ciento a tasa quincenal y anual, 6.76 por ciento.
En ésta, los productos y servicios en los que su precio aumentó más están: pan de caja, tortillas de maíz, leche pasteurizada y fresca, aceites y grasas vegetales, jugos, vivienda propia, automóviles, transporte aéreo, servicios turísticos en paquete, loncherías fondas y taquerías.
AMP