En el mundo tan sólo el 12 por ciento de los investigadores en inteligencia artificial son mujeres, de ahí que existan sesgos de género en esta tecnología. En este sentido, “no podemos innovar sin tomar en cuenta la diversidad”, acusó Andrea Escobedo, vicepresidenta nacional de la Cámara nacional de la industria electrónica de telecomunicaciones y tecnologías de la información (Canieti).
En conferencia magistral organizada por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) en el marco del Día Internacional de la Mujer, Escobedo que también funge como ejecutiva de relaciones con gobierno y asuntos regulatorios de IBM, dijo que se están automatizando sesgos que tienen que ver con la subrepresentación de las mujeres en diferentes ámbitos.
Escobedo ejemplificó en el sector financiero donde las bases de datos históricas son de comportamientos de hombres, que son los que tienen más bancarización, por lo que los modelos predictivos de inteligencia artificial no toman en cuenta los comportamientos femeninos.
Asimismo, afirmó, “en el desarrollo de algunos teléfonos inteligentes que buscaban monitorear la salud de los usuarios, no se tomaban en cuenta los ciclos hormonales de las mujeres, por lo que este dispositivo no arrojará resultados verídicos para la mitad de la población”.
Esto demuestra que no hay una total transparencia algorítmica. Para Escobedo, la violencia de género puede ejercerse desde la tecnología, un campo en el que se tiene representación de alrededor del 30 por ciento de mujeres.
Escobedo mencionó el estudio de la Unesco, Me sonrojaría si pudiera, donde la organización internacional acusa a los asistentes de voz como Siri, Alexa o Cortana de fomentar los estereotipos de género.
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“Los asistentes de voz tienen voz de mujer porque quieren generar empatía, quieren alinearse a las expectativas, pero estas no son decisiones neutras y, en buena medida, pueden seguir con los roles y la violencia de género”, aseguró.
Además, acusó que algunos de estos sistemas no reconocen las voces de las mujeres, “algunos desarrolladores dicen: 'que hablen más fuerte', pero desde el diseño deberían considerarse los tonos de voz femenina”.
De ahí la importancia de que más niñas se interesen en las carreras STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés), pues el sesgo tecnológico en las mujeres “es un tema de habilidades, más allá de conectividad”, dijo Escobedo.
Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) indican que, en Latinoamérica, 57 por ciento de las mujeres se encuentran en sectores que tienen más riesgos en sufrir desempleo o caídas salariales como el turismo, comercio y manufactura.
En cambio, los sectores altamente digitalizados y de tecnología ofrecen mejores condiciones de trabajo, pero no hay gran participación femenina, afirmó Escobedo.
“Mi visión del futuro es optimista, creo que las TIC son una caja de herramientas que nos pueden ayudar a mejorar la sociedad y que esta sea más equitativa y justa”, sentenció la vicepresidenta de la Canieti.
srgs