La razón principal por la que la aerolínea Interjet canceló todos su vuelos desde el pasado sábado 28 de noviembre, hasta ayer 2 de diciembre, fue porque no contaba con los recursos económicos para el pago en la compra de turbosina (combustible) para sus aviones.
Debido a la crisis que atraviesa la empresa, actualmente sus rutas internacionales se encuentran suspendidas, por lo que los vuelos que opera únicamente son dentro del país, hacia la Ciudad de México, Cancún, Mérida, Guadalajara, Monterrey y Los Cabos.
En condiciones normales Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), entidad encargada de suministrar turbosina, otorga un crédito de entre 20 y 25 días a las aerolíneas para el pago por el servicio, sin embargo, ante los altos adeudos de mil 200 millones de pesos de Interjet, ahora ésta última opera bajo un esquema de pre pago.
De esta forma, la aerolínea ahora debe realizar el desembolso por combustible un día antes para los vuelos de la siguiente fecha.
Fue hasta este 3 de diciembre que la aerolínea pudo retomar sus operaciones con 18 vuelos, aunque registró tres cancelaciones al respecto.
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) indicó que tan sólo del 28 al 30 de noviembre hubo 3 mil 756 pasajeros afectados con la suspensión de 62 vuelos.
Anteriormente, la Profeco había emitido una alerta para que los usuarios evitaran la compra en boletos con Interjet, debido a los reiterados incumplimientos que ha tenido.
Interjet ha señalado que su objetivo es ir retomando sus vuelos nacionales poco a poco para recuperar sus niveles previos a la crisis, además de que se encuentra revisando su situación en varios destinos internacionales, como Colombia.
AMP