La Secretaría de Hacienda reconoció que la inversión física es baja, lo que implica que se está invirtiendo muy poco en infraestructura y eso se refleja en las bajas tasas de crecimiento; sin embargo, dijo que el gobierno no se puede endeudar para elevarla, pues no se puede comprometer la estabilidad macroeconómica, por lo que instó al sector privado a invertir más.
“La inversión del gobierno seguirá siendo limitada, porque no tenemos recursos y porque realmente el motor de nuestra economía debe ser el sector privado, la inversión privada tanto nacional, como extranjera; el rol del gobierno es más el de un facilitador, es más proveer garantías, es más ayudar a mitigar riesgos, es más para regular mercados cuando sea necesario y quisiéramos alentar el incremento sustancial de la inversión privada”, indicó el titular de la Unidad de Crédito Público de Hacienda, José de Luna Martínez.
Durante su participación en la Cumbre de Negocios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), Propuestas para el desarrollo integral de México, puntualizó que el país está gastando en infraestructura, en promedio 1.4 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que resulta muy bajo en comparación con otros países.
“La inversión en infraestructura en México es extremadamente limitada y claramente para poder crecer necesitamos revertir, necesitamos incrementar de manera sustancial nuestra inversión en puertos, aeropuertos, carreteras, internet, energía, etcétera”, señaló el funcionario.
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Pese a esto, explicó que el gobierno no puede invertir más porque la mayor parte de los ingresos ya está comprometida y porque desde el punto de vista de la deuda no hay mucho margen, al representar 44.8 por ciento del PIB.
“Ya no hay espacio para incrementarla, si la incrementáramos, digamos a 50 por ciento, estaríamos entrando a un umbral muy peligroso, donde primero perderíamos la calificación crediticia del país y se estarían poniendo en riesgo las finanzas públicas”, sostuvo José de Luna..
Estabilidad de deuda favorece calificación
En este contexto, aseguró que la deuda pública se mantendrá estable y existe el compromiso del gobierno federal de no aumentarla, lo que refleja estabilidad y debería ser un factor a favor para que las agencias calificadoras no reduzcan el rating crediticio de México.
“Es claramente un elemento de estabilidad el hecho de que vean (las agencias calificadoras) que el país no está tomando deuda adicional, eso claramente da mayor confianza a las finanzas públicas, a la solvencia del gobierno”, afirmó el funcionario.
Abundó en que la reducción en la tasa de interés de Banco de México debería ser un factor para que disminuya el costo financiero de la deuda; no obstante, el nivel actual de 7.5 por ciento aún es elevado, “si las tasas de interés bajaran tendríamos un costo menor de la deuda”, dijo.
GGA