El futuro de la relación comercial entre México y Noruega dependerá en gran medida de la certeza legislativa que la parte mexicana dé a los inversionistas del país europeo, dijo a MILENIO Ragnhild Imerslund, embajadora de dicho país para México, Guatemala, Belice, Honduras, El Salvador, Nicaragua y Costa Rica.
El intercambio entre ambos mercados está protegido a través del Tratado de Libre Comercio (TLC) que México mantiene con los Estados de la Asociación de Libre Comercio (AELC).
De acuerdo con cifras de la Secretaría de Economía, en los últimos 20 años Noruega invirtió en el país 733.6 millones de dólares; cabe destacar que al tercer trimestre de 2021 se registró una desinversión de 16.3 millones, que contrasta con una inversión de 5.7 millones de 2020.
“Lo más importante para nosotros es que el mercado y el clima para inversiones extranjeras sea estable y previsible y que las leyes que afectan estas inversiones no estén cambiando. Más que todo, eso es muy importante en el tema energético, donde creemos, experimentamos y aprendimos que la cooperación entre países y compañías es la mejor manera para asegurar que exploremos los recursos naturales de manera más eficaz y que también da recursos al país”, expuso la representante.
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El sector más prominente para los inversionistas de Noruega a México es transportes, correo y almacenamiento, que suma en las últimas dos décadas una inyección de capital por 477.3 millones de dólares; en esta, el transporte por agua y marítimo son sus principales precursores.
Aquí destacan firmas como el conglomerado de transportes y energía Grupo A.P. Møller-Mærsk; así como DNV GL, que hace el peritaje del accidente de la Línea 12 del Metro de Ciudad de México y Norsk Hydro, enfocada en el sector de aluminio y energías renovables.
La embajadora señaló que existen oportunidades económicas entre ambas naciones que pueden seguir desarrollándose en sectores como el energético, en el que dijo que comparten una tradición petrolera.
De hecho el sector minero reportó una inversión noruega por 143.9 millones de dólares; la vertiente de extracción de petróleo y gas suma en los últimos 20 años 161.4 millones de dólares.
“En Noruega estamos en una transición energética hacia una energía más renovable, en una sociedad más verde. En esa transición energética podemos cambiar experiencias. Estamos desarrollando tecnología que también puede ser muy útil para México algún día, cuando también haga esta transición”, dijo.
Sin embargo, recientemente la firma petrolera Equinor (antes Statoil) confirmó su salida del país, con el fin de priorizar su negocio de energías renovables.
Imerslund afirmó que la parte noruega ha estado atenta a las discusiones políticas que se han dado en México en torno a la propuesta de reforma energética.
La embajadora sostuvo que mercados grandes como el mexicano tienen vertientes interesantes para los inversionistas noruegos, con miras también hacia industrias como las de ciencias de la salud, movilidad, entre otras.
En tanto, el país está exportando hacia el mercado noruego productos como chiles, pimiento y bebidas como el mezcal, que se ha popularizado entre sus consumidores.
“Yo creo que se entiende que es muy importante que las leyes no cambien de una manera que sea desfavorable para quienes ya han hecho inversiones en el país. También es importante que México, como todos los otros países, se prepare para esa transición verde que tenemos que hacer por el cambio climático”, concluyó.
AMP