Darle nombre a una empresa es todo un arte, porque puede significar la diferencia entre la delgada línea del éxito o el fracaso. Los cánones dicen que es clave que sea fácil de escribir, pronunciar y recordar, pues así conectará más rápido con el consumidor, quien impulsado por la curiosidad comprará los productos.
Lo anterior lo vivió en carne propia el empresario español Isak Andic, quien tenía todo listo para montar su propia marca de ropa; sin embargo, le faltaba un pequeño detalle: el nombre.
Pensó que la tarea sería sencilla, pero para nada lo fue, así que para relajar su mente decidió hacer una pausa y viajar a Filipinas, donde curiosamente encontró la inspiración en una fruta que ahí probó por primera vez: el mango. El nombre le pareció perfecto para su firma, era corto, fácil de de pronunciar y pegajoso.
Así, en 1984 nació Mango, la ahora mundialmente reconocida empresa minorista de ropa casual.
Camino al éxito
La carrera de Isak Andic comenzó a los 17 años, cuando vendía playeras estilo
hippieen varias tiendas por encargo en Barcelona. Posteriormente se independizó con su propia sucursal en un mercadito catalán.
Con sus ganancias decidió expandir su negocio, por lo que empezó a importar ropa bordada a mano desde Afganistán, la cual vendía por toda España a bordo de su auto.
Su éxito iba en aumento, ya no solo vendía ropa sino también calzado por lo que la mercancía no cabía en su tiendita de mercado, por lo que tuvo que alquilar su primer almacén, donde montó un establecimiento en el Passeig de Grácia de Barcelona.
Fue en ese momento cuando creó el concepto Mango. Con el paso de los años la marca rivalizó con las grandes empresas del sector y rebasó las fronteras españolas.
Prueba de su éxito es que en 1995 se abrieron más de mil tiendas en 89 países, principalmente en Europa, Estados Unidos, China y América Latina.
Andic supo llevar la marca a un sector joven e innovador, lo que fue la clave de su éxito. Los productos e imagen conectaban con el público, lo que permitió que año tras año la empresa aumentara sustancialmente sus clientes y mercancía.
En 2006 Mango facturó 3.8 millones de dólares en su tienda online, un crecimiento anual de 53 por ciento.
Este crecimiento solo era el inicio: Isak tenía ambiciosos planes para su marca. En 2007 nombró el primer consejo de administración de Mango, con él como presidente, su hermano, Nahman Andic como vicepresidente y Enric Casi, como director general. El objetivo era competir tú a tú con las grandes cadenas del sector como Inditex, H&M y GAP.
Pese a tener una fortuna de 3 mil 200 millones de euros, según
Forbes, siempre ha mantenido su vida lo más privada posible, al grado de que hasta apenas hace poco comenzó a participar en entregas de premios y en apariciones en asociaciones altruistas.
Isak asegura que el único secreto en el posicionamiento de su reconocida marca es la gente, la preparación y la atención de las personas que colaboran con él. Otra de las claves de esa rápida expansión, afirma, es sin duda, el sistema de franquicias aplicado en las tiendas.
Mango continúa apostando por la expansión internacional, principalmente por el mercado asiático, Arabia Saudita y Filipinas. Socializar la moda es el concepto con el que Andic pretende segur creciendo, por lo que las ventas por internet representan un fuerte punto a explotar en el futuro.
Fortuna
De acuerdo con la revista Forbes, se estima que Andic acumula cerca de 3 mil 200 millones de euros .
El español supo que no quería quedarse con un pequeño corporativo y decidió competir con las grandes marcas
Mango ha impulsado su desarrollo principalmente en Asia y Arabia Saudita, entre otros sitios.