Un estudiante de noveno semestre de la carrera de administración y finanzas del Tec de Monterrey ha incursionado en el mundo de los autos eléctricos.
José Eduardo Villagómez, con apenas 23 años de edad, ha diseñado un sistema para convertir autos compactos, sedán y pick ups en vehículos 100 por ciento eléctricos.
“Quizá seamos el Telsa mexicano o bien dar una opción libre de contaminación a la sociedad, hay muchas oportunidades en el segmento de autos eléctricos porque hay flotillas de empresas muy grandes, además del segmento de gobierno”, expresó el emprendedor cuya empresa está ubicada en San Pedro Garza García.
José Eduardo, junto con su papá (Eduardo Villagómez), fundaron la empresa E-V-H para ofrecer la conversión de sus flotillas a eléctricos.
Sus clientes aportan los autos (incluyendo, en algunos casos, autos “muertos” que ya no usaban) y E-V-H les quita todas las partes que dejarán de ser necesarias (incluyendo el motor original), para reemplazarlas con el sistema eléctrico.
Además, ofrecen versiones con un alcance de entre 200 y hasta 500 kilómetros por recarga con una duración de la batería de seis horas.
De acuerdo con el joven emprendedor, lo que las empresas invierten “se paga solo”, considerando tan solo lo que dejan de gastar en gasolina y en mantenimiento.
Trabajan con tres tipos de versiones, uno de 72 voltios (que vendría siendo un auto chico), mediano que sería de 96 voltios, y un tercero de 144 voltios, esto indica la potencia que tendrá el vehículo.
La idea surgió ante el severo problema de la alta contaminación que ya enfrenta esta metrópoli, comentó.
“Todo surgió porque el tema climático ha estado creciendo últimamente y la calidad del aire en Monterrey es pésima y hay que crear un cambio positivo. Empecé investigando el tema de movilidad eléctrica y la prueba de varios materiales hasta llegar a lo que diseñamos”.
La conversión consiste primeramente en retirar todo el motor y sustituirlo por un sistema eléctrico (ingeniería de aplicación) diseñado por José Eduardo; el tiempo que lleva dicha conversión en promedio es de dos semanas.
Dijo que lleva a cabo en estos momentos tres proyectos con empresas de la localidad (que por cuestiones de confidencialidad no reveló los nombres), pero una es muy grande dedicada a la logística.
La meta es que al finalizar el año puedan reducir la huella de carbono de unas 60 toneladas de CO2.
José Eduardo desde muy chico se interesó por la mecánica, pero le llamó mucho la atención la carrera de administración y finanzas del Tec de Monterrey por ser muy amplia en conocimientos, paralelamente ha tomado cursos y diplomados de mecánica, electrificación y conversión.
Mencionó que llevaron a cabo un convenio con una financiera y gracias a eso elaboran planes de financiamiento a las empresas (clientes) para realizar la conversión de sus flotillas.
Asimismo, concretaron convenios con varias empresas gasolineras para adaptar la estación de recarga con un enchufe normal conectado a un contacto de 110.
El ahorro que puede representar para una empresa mediana que gasta al mes unos 10 mil pesos en promedio, al convertir su flotilla podría significar ahorros en pura gasolina de unos 120 mil pesos al año, estimó.