Frente a la crisis económica a causa del coronavirus, son muchas las empresas que están navegando contra corriente para adaptar sus modelos de negocio a las nuevas necesidades de los consumidores. Paralelamente, hay sectores que encontraron en la adversidad una oportunidad de crecimiento acelerado. El sector fintech pertenece a este segundo grupo.
El ADN de las plataformas tecnológicas especializadas en el sector financiero ha sido fundamental para adaptarse de manera casi inmediata a una realidad que eventualmente se convertirá en la llamada nueva normalidad. Esto les ha permitido no sólo salir adelante, sino redirigir su operación y tomar decisiones estratégicas para satisfacer nuevas necesidades surgidas en el encierro.
De acuerdo con un reciente ensayo del Centro de Excelencia para el Desarrollo de Nuevas Perspectivas Emergentes (COE-EDP, por sus siglas en inglés), “las empresas de tecnología financiera están bien posicionadas para hacer frente a una mayor demanda digital y condiciones de trabajo remotas. El potencial de los servicios financieros digitales para proporcionar herramientas financieras seguras, de bajo costo y sin contacto a una base de clientes generalizada, se ha hecho aún más evidente durante la crisis”.
Datos de Finnovista, en conjunto con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), muestran que el número de empresas fintech en México tiene un incremento anual promedio de 23 por ciento, lo que coloca a México como puntero en cuanto al número de empresas de la región.
Se prevé que la pandemia acelerará esta tendencia que va desde los pagos digitales, hasta los préstamos personales, creación de cuentas de ahorro, seguros, inversiones y otros productos que antes eran más difíciles y tardados de obtener. Hoy, ya sea mediante una página web o una aplicación móvil, es posible obtener cualquiera de estos servicios financieros de manera inmediata.
Billetes y monedas: cosas de museo
Para Rodrigo Ocejo, CEO y fundador de Kuspit, la primera Casa de Bolsa en línea creada para México, la situación actual combinada con el auge de las transacciones digitales podría dar pie a que el dinero físico deje de usarse.
“Yo creo que en el futuro, no sé que tan cercano o lejano, vamos a una economía sin efectivo; qué tan rápido llegaremos a eso es lo que está a discusión, pero te permite muchísimas cosas no tener el efectivo. Tienes más eficiencia en los pagos, más control de la información, tienes más ordenado los gastos, puedo generar un administrador de mis finanzas personales, me da un mar de oportunidades para tener más ordenadas mis finanzas de casa” dijo a MILENIO el directivo, quien junto con un grupo de emprendedores e inversionistas se fijó como objetivo democratizar las inversiones en el país.
Las lecciones de la pandemia son muchas, y para Ocejo los temas relacionados con la adopción de tecnologías “van a saltar unos años”. “Vamos a hacer más cosas digitales de las que veníamos haciendo”, dijo.
Ocejo consideró que la pandemia ha dado oportunidad a las personas de poner atención en cosas personales que antes descuidaban por falta de tiempo, como si está ahorrando bien su dinero, si está logrando un beneficio adicional de su capital invirtiendo o no y es ahí donde entran soluciones fintech como las de Kuspit.
Invertir en bolsa con 100 pesos
“El mundo de las inversiones digitales no exige que todos nos convirtamos en expertos financieros, ni siquiera creo que es algo que muchos quieren, pero lo que debemos saber es cómo poner nuestro dinero a trabajar, eso sí importa”, afirmó Ocejo.
Kuspit fue creada para facilitar la inversión en la bolsa y educar financieramente a los usuarios mediante módulos en línea que van llevando de la mano a cualquiera por el camino de ser un “trader”.
“Curiosamente sorprendería, pero con cien pesos puedes comprar varias acciones en el mercado, aquí no hablamos de montos mínimos ni límites para invertir, simbólicamente decimos que lo puedes hacer desde cien pesos, porque en realidad el billete que traes en la cartera puedes invertirlo en el mercado financiero como los grandes”, explicó.
Afirmó que no sólo es el tema de aprender a invertir o no tu dinero, sino de acercarse cada vez más a conocer nuevas entidades financieras digitales, que se están convirtiendo en el presente de la economía global.
El fundador de Kuspit también menciona que “parte de la idea de las nuevas tecnologías y de las fintech, es que algunas de ellas, como en nuestro caso, nos estamos convirtiendo en un cuasi banco, muy potentes en las oferta de servicios, puedes hacer esto (invertir) pero también puedes tener ahí el dinero, puedes hacer pagos desde la plataforma, distribuir el dinero a cuentas bancarias y empiezas a tener una serie de funcionalidades que hacen que en un solo lugar atiendas todas tus necesidades de manejo de dinero”.
El inicio del siglo XXI está marcado por seis nuevas tendencias tecnológicas, de acuerdo a un estudio de la firma de inversión ARK, que impulsan el desarrollo económico, político y social: la inteligencia artificial, la secuencia genómica, la robótica, el almacenamiento de energía, el internet y el blockchain.
De éstas, se espera que con el blockchain todo se convierta en algo parecido al flujo de dinero actual: fungible, líquido y cuantificado, parte de esta evolución son las llamadas e-wallets o carteras virtuales.
China se ha convertido en uno de los pioneros en el uso de las e-wallets, y el nivel de adopción es tal que se calcula que el año pasado 900 millones de personas en aquel país utilizaban mensualmente servicios como WeChat Pay, con lo que poco a poco los ciudadanos chinos ya no llevan dinero en efectivo y algunos negocios solo reciben pagos por medios electrónicos.
El covid-19 sin duda acelerará, como dijo Rodrigo Ocejo, la adopción de nuevas tecnologías y una de ellas serán las e-wallets en todo el mundo.
“Esta pandemia nos hizo, además de no salir y hacer home office, resolver como sacar una multitud de cosas en el día a día, y por esto nos hacemos más un nómada digital en ese sentido, no importa donde esté, tomo acción respecto a lo digital y empiezo a resolver problemas que antes tal vez no había visto la conveniencia de resolverlos con la tecnología, las wallets son y serán parte de esto” concluyó.
Así que el futuro no es tan incierto después de todo, la vida digital que pensábamos adoptaríamos poco a poco ya está aquí, y ahora depende de nosotros aprender, entender y utilizar en nuestro beneficio esas herramientas para empoderarnos, invertir y lograr crear nuevas oportunidades de negocio que nos permitan entrar mejor preparados a la nueva normalidad.
MCM