La tasa de inflación en Estados Unidos volvió de nuevo a bajar, tras haber subido o permanecido estancada desde junio, y los precios se redujeron medio punto en octubre, una caída que sitúa al indicador en 3.2 por ciento, informó la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos.
En términos mensuales, los precios de consumo se mantuvieron sin cambios con respecto al mes de septiembre, mientras que la inflación subyacente, dato clave que analiza la Reserva Federal (Fed) para sus decisiones sobre tipos de interés, bajó interanualmente una décima, hasta 4 por ciento.
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Los precios vuelven así a su racha de bajadas después de que en julio y agosto subieran y en septiembre se mantuvieran estables en términos interanuales, en un momento en el que la Fed observa de cerca los efectos en este indicador de las once subidas de tasas de interés que ha llevado a cabo desde marzo de 2022 para controlar los precios.
Pese a la caída casi generalizada de los precios, el índice de vivienda siguió aumentando en octubre, tres décimas, y acumula una subida interanual de 6.7 por ciento.
El índice de energía por el contrario, cayó 2.5 por ciento durante octubre y bajó 4.5 por ciento con respecto al mismo mes de hace un año, con una disminución de 5 por ciento del precio de la gasolina (-5.3 por ciento interanual). El índice de alimentos, por su parte, aumentó 0.3 por ciento en octubre y a nivel interanual creció 3.3 por ciento.
En términos mensuales, la inflación subyacente subió dos décimas en octubre, aunque interanualmente continuó su racha a la baja y descendió una décima, hasta el mencionado 4 por ciento.
En su última reunión celebrada hace dos semanas, la Fed decidió llevar a cabo una pausa en las subidas de tasas de interés, el segundo respiro consecutivo tras las once alzas que ha realizado desde marzo del año pasado con el objetivo de que la inflación baje al 2 por ciento.
No descartó, sin embargo, que pueda haber nuevas subidas, que dependerán de datos macroeconómicos como la inflación.
Desde marzo de 2022 y hasta junio de este año, el comité federal de mercado abierto de la Fed (órgano encargado de la política monetaria) decidió subir los tipos de interés.
Tras la pausa de junio, en julio volvieron a aumentarlos y tanto en septiembre como en octubre las tasas se mantuvieron sin cambios, en un rango de entre 5.25 y 5.5 por ciento, su máximo nivel desde 2001.
La inflación se ubicó muy por debajo del pico que alcanzó en junio de 2022, cuando se colocó en 9.1 por ciento, pero aún en niveles que no son los deseados por el regulador estadounidense, que quiere evitar que se estanque en una cifra muy superior a 2 por ciento.
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Todo ello en un contexto en el que Estados Unidos registró, en el tercer trimestre, un inesperado repunte en su producto interno bruto, que creció 1.2 por ciento, con un ritmo anual de 4.9 por ciento, según los últimos datos oficiales.
En cuanto al mercado laboral, otro de los datos clave que analiza la Fed para decidir posibles subidas, es la creación de empleo, la cual se ralentizó considerablemente en octubre hasta 150 mil puestos nuevos, 147 mil menos de los generados un mes antes, y la tasa de desempleo subió una décima hasta 3.9 por ciento.
GSMM