La empresa lechera Lala estuvo a punto de comprar la compañía jalisciense Sello Rojo en el año 2002.
El productor lechero y socio de la firma láctea fundada en la Comarca Lagunera, Mario Valdés Berlanga, recordó que ante la intención de la empresa por incursionar en el Occidente del país, se intentó tener una participación económica en las operaciones de Sello Rojo.
Sin embargo, finalmente se desistió de esta intención de compra, ya que buscaba extender sus operaciones en otras regiones del país, por lo que Lala consideró mejor invertir en sus propias instalaciones.
Hoy la empresa Sello Rojo no pasa por su mejor momento y es que miembros del Consejo de Administración han denunciado la intervención de manera ilegal del Tribunal Superior de Justicia de Jalisco.
- Te recomendamos Sello Rojo denuncia secuestro de la empresa y acusa a juez Negocios
Hace más de dos meses el Juez Séptimo Mercantil del estado dictó medidas cautelares en contra de seis integrantes del consejo administrativo de este negocio familiar que surte al 8 por ciento de los consumidores de leche en el país.
Esto fue considerado como el “secuestro” de la empresa por parte de dos de 10 accionistas que tiene la firma: Los hermanos Rubén e Hilda Masayi González, quienes solicitaron al magistrado las medidas que les impiden al resto de los socios, entrar al inmueble de la empresa, tomar o impedir decisiones, hablar con los más de 5 mil empleados que tienen en 17 estados del país y conocer la situación actual y el rumbo de la compañía.
“Están despojados del negocio que construyeron su abuelo y su padre”, acotó el representante legal.
“Es un problema legal-familiar que tienen ellos, están peleando un patrimonio entre la familia, que es muy diferente a una cosa, donde una autoridad frena un acto. Si se pelearon los hermanos, primos, recurrieron a las autoridades, que son quienes emiten un veredicto de un problema que ya tiene tiempo”, opinó Valdés Berlanga, quien conoció a la familia desde hace varios años.
Al denunciarse presuntos actos ilegales por parte de las autoridades de justicia federal y estatal en este caso, se destacó el riesgo de que estas acciones puedan repetirse e impactar a otras empresas en el país, Valdés Berlanga señaló que no sería el caso de empresas como Lala o Alpura, ya que nunca han sido empresas familiares.
“Son empresas de muchos socios, y donde alguna como Lala que ya está abierta por hacerse pública en la Bolsa Mexicana de Valores, es más transparente y se puede tener participación en sus acciones”.
El producto lagunero comentó que al ser una empresa familiar, “siempre vas a estar a expensas de que si la empresa tiene un problema y pierde a un familiar, no se puede hacer nada porque las leyes son las leyes y este pleito tiene muchos años, el papá murió hace cuatro años, habría que saber si el dueño no dejó estipulado bien los asuntos.
“Sí conocí a la familia. Cuando se puso una filial de Lala en Guadalajara, andaba comprando esa planta, pero ellos andaban por otro lado instalando otra, por lo que fue meterle dinero para que pusieran una nueva,por lo que se determinó Lala invertir en una fábrica nueva; pero en este caso, cuando la ley entra y lamentablemente “el que tiene más saliva traga más pinole”, señaló.
Cabe referir que algunos medios de Tamaulipas consignaban hace un mes, que la empresa jalisciense “Sello Rojo”, inició la liquidación de sus empleados en Ciudad Victoria y Ciudad Mante, y con ello el cierre de sus operaciones en Tamaulipas, aún sin un comunicado oficial, los rumores apuntan a que, las bajas ventas habrían derrumbado a la marca creada en los años 60s.
Para conocer su opinión con respecto a la situación que vive la firma Sello Rojo, se contactó a voceros de Grupo Lala, sin que hayan considerado necesario emitir ningún comentario.