Las inexactitudes de Trump sobre USMCA, el nuevo TLCAN

Por considerar que tienen inexactitudes, la agencia APanalizó las afirmaciones de Trump respecto al nuevo acuerdo de América del Norte.

Donald Trump.
Editorial Milenio
Washington /

Al presentar el nuevo acuerdo comercial con México y Canadá, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró que es el tratado más grande de la historia, algo que no es así.

Por ésta y otras declaraciones, The Associated Press realizó un contraste de sus afirmaciones para mostrar las complejidades detrás de esos temas. Te las presentamos a continuación:

TRUMP: "El acuerdo abarca casi 1.2 billones de dólares en comercio, lo que lo hace el pacto comercial más grande en la historia de Estados Unidos”. 

LOS HECHOS: No es así. 

El acuerdo propuesto abarca los mismos tres países que el pacto que reemplaza (el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN). La Alianza Transpacífica negociada por su predecesor Barack Obama incluía a las mismas tres naciones, más Japón, Chile, Perú y otros seis países del Pacífico. Trump retiró a Estados Unidos de ese acuerdo apenas asumió la presidencia. 

Y la misma Alianza del Pacífico era mucho más pequeña que un acuerdo que sí entró en vigor, la Ronda de Uruguay. Firmada en 1994, la ronda creó la Organización Mundial de Comercio y fue firmada por 123 países. El Banco de Boston de la Reserva Federal dijo al año siguiente que los miembros iniciales de la OMC representaban el 90 por ciento de la producción económica mundial.

TRUMP: “Para empezar, (el acuerdo) hará que Estados Unidos vuelva a ser una potencia industrial”. 

LOS HECHOS: América del Norte ya es una potencia industrial. Estados Unidos figura segundo en el mundo en cuanto a producción industrial, superado sólo por China. México está 11mo y Canadá 13ro, según cifras de las Naciones Unidas producidas por la Brookings Institution.

TRUMP: “Creo que mi principal concesión fue aceptar el acuerdo, porque yo hubiera hecho algo muy diferente. Pero hubiera sido una grosería, no hubiera estado bien, y no quiero tomar ese camino”. 

LOS HECHOS: Se hicieron otras concesiones, como es de rigor en los acuerdos comerciales. 

Para empezar, las protecciones que tiene Canadá para sus agricultores siguen mayormente intactas. Además, 2.6 millones de automóviles para pasajeros de Canadá y México estarán exentos de las tarifas de hasta 25 por ciento que Estados Unidos amenazaba con imponer a automóviles, camiones y repuestos para automotores importados. Y Canadá consiguió retener el proceso de resolución de disputas que tenía el viejo TLCAN, del que Estados Unidos quería deshacerse.

TRUMP: "Este acuerdo dispone que al menos el 75% de cada automóvil debe ser hecho en Estados Unidos para tener libre acceso a nuestros mercados”. 

LOS HECHOS: Eso es cierto. Pero ese requisito puede hacer que suban los precios de los autos al desalentar el uso de partes más baratas importadas. Lo mismo se puede decir de otra cláusula que requiere que al menos el 40 por ciento de un vehículo sea construido en sitios donde los trabajadores ganan al menos 16 dólares la hora

De ser aprobado por el Congreso, el pacto aumentaría el porcentaje de los automóviles que deben ser construidos dentro del bloque del 62.5 al 75 por ciento para no tener que pagar impuestos aduaneros. 

TRUMP, respecto a las diferencias que había con Canadá: "El gran problema eran los lácteos. Ahora el mercado se abrió mucho más para nuestros granjeros. Sé que no lo pueden abrir totalmente. Ellos también tienen granjeros. Les dije, ‘los comprendo, ustedes tienen sus límites’. Pero podían hacer mucho más”. 

LOS HECHOS: Esa es una buena presentación de los cambios más significativos del acuerdo en ese terreno, aunque los productos lácteos representan apenas el 0.1 por ciento del comercio entre Estados Unidos y Canadá. Las tarifas canadienses sobre las importaciones de lácteos pueden llegar a casi el 300 por ciento. Los granjeros estadunidenses también se quejaron de que las políticas de Canadá pueden sacar del mercado a Estados Unidos en el terreno de la leche en polvo y permitían a Canadá inundar los mercados con sus propias versiones. 

El nuevo acuerdo pone fin a la discriminación a partir de los precios y restringe las exportaciones de productos lácteos en polvo canadienses.

De todos modos, en ciertos sentidos va más allá que la Alianza Transpacífico de la que se fue Trump. Aumenta el acceso de Estados Unidos al 3.75 por ciento del mercado canadiense de productos lácteos, comparado con el 3.25 por ciento que contemplaba el pacto Transpacífico. Por encima de ese nivel, los granjeros de Estados Unidos siguen expuestos a las onerosas tarifas canadienses. 

GGA

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