Durante el primer trimestre de 2022, las empresas que conforman el IPC de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) lograron recuperar gran parte de lo que perdieron en la pandemia de covid-19; sin embargo, dos de las 30 empresas no financieras que conforman este índice no lograron levantarse, al contrario, quedaron más rezagadas por la inflación y la reforma laboral de 2021.
Kimberly Clark de México (KCM) e Industrias Peñoles registraron una reducción en su flujo operativo (Ebitda) de 22.4 y 16.2 por ciento, respectivamente, caso contrario a empresas como Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) y El Puerto de Liverpool, que lograron más que duplicar su rentabilidad en dicho periodo.
El fabricante de productos de higiene, que preside Claudio X. González Laporte, reportó que la alta inflación tanto en México como el mundo generó que el costo de materias primas como las fibras vírgenes subieron en promedio 30 por ciento, las recicladas importadas cerca de 70 por ciento y las usadas domésticas y el fluff (extracto de vegetales) promediaron incrementos cercanos a 15 por ciento.
Pablo González Guajardo, director general de la empresa, dijo en conferencia con analistas que desde noviembre y hasta marzo subieron sus precios al consumidor sin impactar en la demanda, además de una estrategia para reducir sus costos, pero no fue suficiente, por lo que seguirán con esta misión en los siguientes meses.
“Intentaremos equilibrar nuestro ajuste de precios junto a lo que está sucediendo con el consumo, los volúmenes y las necesidades de nuestros consumidores”, destacó el directivo.
Kimberly Clark fue parte de las empresas que se unieron al Paquete Contra la Inflación y la Carestía (Pacic) que el presidenteAndrés Manuel López Obrador anunció la semana pasada.
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En el caso de Industrias Peñoles, que preside Alejandro Baillères, la reforma al outsourcing y la menor actividad industrial por la pandemia, afectaron su Ebitda en el primer trimestre del año.
“Si bien continuó el ausentismo por covid-19, principalmente en enero, los contagios disminuyeron hacia finales del trimestre. Asimismo, siguieron las adecuaciones a la plantilla laboral por la adopción de la reforma laboral de subcontratación que entró en vigor el año pasado. Estas situaciones ocasionaron retrasos en las obras de desarrollo y preparación de algunas unidades mineras”, señaló la compañía en su reporte trimestral.
Estos retrasos ocasionaron una reducción de 32.2 por ciento en su producción de oro, y por ello no lograron aprovechar el alza acelerada en el precio de algunos metales en el mercado mundial por causa de la invasión de Rusia a Ucrania; sobre la plata, la subieron 7.7 por ciento.
Gruma, con reservas
A pesar de que Gruma registró en el primer trimestre de 2022 una reducción en su flujo operativo de 2.4 por ciento, esto es porque la empresa tuvo ingresos adicionales el año pasado que distorsionan el resultado, porque de lo contrario hubiera sido positivo.
“El cambio fue primordialmente por una entrada extraordinaria en los primeros tres meses del año pasado relacionado con la recuperación de reclamos de seguros en Europa”, destacó la empresa.
Sin embargo, Roberto Solano, gerente de análisis bursátil de Monex Casa de Bolsa, dijo que la empresa enfrentará en los siguientes meses un ajuste en sus gastos por el incremento que presentaron algunos alimentos en el mundo.
“Si bien observamos un consumo defensivo, será importante evaluar los retos que seguirán por aspectos de normalización después de un periodo largo de pandemia, entre otros factores en el sector de alimentos”, destacó.