La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) reiteró que durante la crisis por la pandemia del covid-19 no existieron condiciones, ni existen ahora, para que México haga uso de la línea de crédito flexible del Fondo Monetario Internacional (FMI), pues el marco normativo indica que sólo se hará uso de ésta para resolver problemas de balanza de pagos y no es el caso.
“Cada país tiene la flexibilidad de poder determinar cuál va a ser el esquema de funcionamiento de estas líneas; en el caso particular de México, nuestro marco institucional puso por definición que la línea de crédito flexible del FMI sólo la podía usar el banco central y era para efecto de balanza de pago. Hoy no se cumple con ninguna de las dos, la balanza de pagos no está deficitaria, está muy superavitaria”, refirió la titular de la Unidad de Crédito Público de la SHCP, María del Carmen Bonilla.
Durante la conferencia “Política de deuda”, en el marco de la Cátedra SHCP 2022 de la Facultad de Economía de la UNAM, recordó que el año pasado, la línea de crédito flexible tuvo una reducción en la revisión que hizo el FMI del Artículo IV, para quedar en aproximadamente 50 mil millones de dólares.
Relación deuda respecto al PIB
Al cuestionarla sobre el incremento en la deuda pública que es una constante en México, la titular de la Unidad de Crédito Público de la SHCP enfatizó que la métrica para medirla no se relaciona con el monto, sino con el cociente de deuda/PIB (producto interno bruto), pues debe quedar anclada en el tiempo y después de la crisis por la pandemia del covid-19 se ha reducido.
Añadió que el objetivo es que quede alrededor de 50 por ciento del PIB, pues esto permite determinar cuál es la capacidad de endeudamiento del país, “lo que vamos a tratar es de mantenerla en una trayectoria estable”, dijo.
A marzo de 2022, el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP), que es la medida más amplia de la deuda pública ascendió a 13.1 billones de pesos; de ese monto, 67.3 por ciento corresponde deuda interna y 32.7 por ciento a deuda externa. De la deuda externa, 69 por ciento está en dólares, 21 por ciento en euros, 5 por ciento en yenes y el resto en otras divisas.
IPM