La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) aseguró que la creación de una empresa estatal para la exploración, beneficio y aprovechamiento del litio ubicado en México no soluciona las carencias tecnológicas y de explotación, ya que se necesita de inversión pública y privada.
Durante la presentación del informe sobre extracción e industrialización del Litio, Jannette Sánchez, directora de gestión de recursos naturales de la Cepal, explicó que los seis países que concentran 60 por ciento del recurso mineral indispensable y utilizado para la creación de baterías, han desarrollado políticas públicas, México cuenta con ventajas competitivas que puede potenciar con alianzas.
“Cada país ha desarrollado su modelo de gobernanza, es importante en este momento aprender de las experiencias de las buenas prácticas y de los errores cometidos. hay que ver hacía atrás. Está claro que ninguna empresa pública por si sola va a resolver el desafío que se tiene enfrente y por tanto las alianzas con el sector privado son muy importantes, tanto por la necesidad de tener inversiones, innovación y transferencia tecnológicas”, dijo la directiva en conferencia.
Para el secretario ejecutivo de la Comisión Regional de las Naciones Unidas, José Manuel Salazar-Xirinachs, creación de empresas estatales como LitioMx, para intervenir y gestionar las actividades relacionadas con el mineral, por sí mismo no resuelven los desafíos de extracción e industrialización. “Si bien, son potencialmente necesarias y el papel del Estado es clave, también hay otros temas de desarrollo ambiental y social que se necesitan poner sobre la mesa”.
En 2022 el gobierno de Andrés Manuel López Obrador hizo una reforma a la Ley Minera en la que se declaró “de utilidad pública al Litio, por lo que no se otorgarán concesiones, licencias, permisos o autorizaciones en la materia”. Además, dice que, al ser un mineral estratégico, su exploración, beneficio y aprovechamiento estará a cargo del organismo que determine el Ejecutivo Federal.
En agosto se creó Litio para México (LitioMx) con la que busca sacar beneficios del también denominado oro blanco en el país latinoamericano y que se utiliza como base en la fabricación de baterías y sistemas de almacenamiento de energía.
Sin embargo, Jannette Sánchez aseguró que en México la industria de Litio está en una fase muy inicial y se estima que cuenta con 1.9 por ciento del total de Litio de la región, pero eso no significa que no deba prepararse, tomar medidas, plantear sus normas y una visión frente a este recurso tan estratégico y que potencializa la oportunidad al ser el principal socio comercial de Estados Unidos y enfocarse en la fabricación de autos eléctricos.
“El potencial existe, pero hay incertidumbre tecnológica porque las reservas son de arcilla y está en fase de estudios y exploración, pero la incertidumbre es un dato de realidad y no debe desmovilizar. En México hace bien en adecuar su normativa y preparar su institucionalidad para enfrentar la demanda de un mineral interno, regional y global que será muy importante”, explicó.
Según las estimaciones actuales, México podría tener 1.7 millones de toneladas de litio, aproximadamente 2 por ciento de todo el planeta. Y, aunque se ha detectado litio en 18 estados mexicanos, Sonora concentra prácticamente la totalidad de los recursos.
AL debajo de su potencial en la industria
La Cepal también aseguró que América Latina esta por debajo de su potencial para convertirse en clave dentro de la industria del Litio y la transición energética, ya que los mayores desafíos se relacionan con las iniciativas para procesarlo localmente en la producción de celdas de baterías de iones de litio o sus componentes.
Según las estimaciones actuales, México podría tener 1.7 millones de toneladas de litio, aproximadamente 2 por ciento de todo el planeta. Y, aunque se ha detectado litio en 18 estados mexicanos, Sonora concentra prácticamente la totalidad de los recursos.
AL debajo de su potencial en la industria
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La dificultad para acompañar el acelerado crecimiento de la demanda se explica por factores como las características químicas de salares y su entorno o, en el caso de las arcillas mexicanas, procesos de producción aún en etapa de desarrollo y que no han alcanzado escala industrial.
Los países del triángulo del litio (Argentina, Bolivia y Chile) tienen 56 por ciento del total mundial de reservas, lo que sube 60 por ciento si se considera a Brasil, México y Perú. Pero a nivel individual hay un desequilibrio significativo, ya que Chile explica por sí solo 41 por ciento de las reservas mundiales y Argentina casi 10 por ciento, según el estudio.
Se estima que para 2030 la demanda de Litio crecerá hasta 4 veces, pero se prevé una reducción en la participación relativa de América Latina.
PNMO