Manufactura emplea a más personas con discapacidad

Educación deficiente. La escolaridad promedio de una persona con algún tipo de discapacidad es de cinco años, lo que hace más difícil su incorporación a la formalidad y ocupar puestos directivos.

Oportunidad
Cristina Ochoa
Ciudad de México /

“Estoy muy feliz porque me contrataron en Cinépolis. Estoy muy emocionado. Sí quiero trabajar y aportar en la casa”, fue lo que le dijo el joven Raymundo Garza a su mamá, luego de conseguir empleo en la cadena mexicana de cines.

El momento, grabado y compartido por su propia madre, se hizo viral y desencadenó el interés sobre la incorporación de las personas con alguna discapacidad al mercado laboral. 

De acuerdo con el Reporte de Crecimiento y Desarrollo Inclusivo (IDI) 2018, del Foro Económico Mundial, México obtuvo 4.12 puntos, de los siete que contiene el índice; esto significa que el país avanzó cinco posiciones al ubicarse en el lugar 24 de 78 economías emergentes. 

Sin embargo, el organismo internacional señaló que el país sigue mostrando altos niveles de desigualdad económica, aunque en los últimos años estos se han ido reduciendo.

En esto coincide Gabriela Medina Ocampo, directora Ejecutiva de Fundación ManpowerGroup y Responsabilidad Social  de ManpowerGroup. 

“En los últimos años sí ha habido un esfuerzo porque las empresas implementen políticas para favorecer a las personas con discapacidad. Todavía hay muchos obstáculos que les impiden entrar  empresas con sueldos decentes, condiciones de contratación regulares”, dijo en entrevista con MILENIO.

Para la especialista, “hay que dejar de ver que la inclusión es un tema de altruismo o filantropía”, porque es un tema de negocio y una estrategia. “Todavía muchos empleadores tienen paradigmas de etiquetas, estereotipos o prejuicios y asocian la discapacidad con una enfermedad, lo que hace que las empresas  no tengan políticas suficientes para una real inclusión de personas con discapacidad”, afirmó.  

De acuerdo con la directiva, en el país es la industria manufacturera la que recluta un mayor número de personas con alguna discapacidad. Aunque indicó que los sectores financiero, automotriz, servicios y alimentos cada vez se están involucrando más en estos temas.

“Lo que más requieren (en las manufacturas) son operarios, ayudantes generales, personas que no necesariamente necesitan un nivel de escolaridad alto, los  procesos de selección no son tan complejos como podría resultar un puesto administrativo”, sostuvo. 

Y es que, señaló, la escolaridad promedio de una persona con algún tipo de discapacidad es de cinco años, lo que hace más difícil la incorporación al mercado laboral en puestos directivos. 

Aseveró que en el país aproximadamente 45 por ciento de las empresas cuenta con programas de inclusión formales o informales; la dificultad radica en que hoy no es obligatorio para las empresas contar con este tipo de políticas, aunque la especialista expuso que no pasará mucho tiempo para que sea así. 

Cifras de la Encuesta Nacional de Dinámica Demográfica (Enadid), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), señalan que la prevalencia de discapacidad en el país es de 6.0 por ciento, es decir, que cerca de 7.1 millones de mexicanos tiene dificultad para caminar, subir o bajar usando sus piernas; ver (aunque use lentes); mover o usar sus brazos o manos; aprender, recordar o concentrarse; escuchar (aunque use aparato auditivo); bañarse, vestirse o comer; hablar o comunicarse; y problemas emocionales o mentales. 

Los datos también muestran que tener algún tipo de discapacidad impacta directamente en la empleabilidad de las personas. La tasa de ocupación de hombres mayores de 15 años, sin discapacidad, es de 84.7 por ciento; mientras que en el caso de los hombres mayores de 15 años con alguna discapacidad la tasa es de apenas 52.9 por ciento.

En el caso de las mujeres sin discapacidad, su participación en alguna actividad económica es de 47.9 por ciento, mientras que en el caso de las mujeres con discapacidad es de 27.6. 

“Las marcadas diferencias en la tasa de participación económica reflejan las múltiples dificultades que enfrenta la población con discapacidad para acceder y permanecer en el mercado laboral, situación que reafirma el papel fundamental del Estado como generador de oportunidades y condiciones de acceso, promoción, movilidad y estabilidad laboral para concretar el derecho de este sector de la población al trabajo decente”, señala el Reporte de Crecimiento y Desarrollo Inclusivo. 

La especialista de Manpowergroup detalló que las personas con una discapacidad mental son las que tienen un menor porcentaje de contratación, en comparación con personas con alguna limitante motriz. 

“Una persona con una discapacidad mental o psicosocial tiende a tener una situación más complicada, porque tienen que tener temas como instrucciones repetitivas, tener un solo jefe, no dar instrucciones complejas, menor toma de decisiones.  Son las personas con menos probabilidades de ser contratadas”, explicó.

Menores ingresos 

Las personas con discapacidad también son el sector de la población que tiene menores ingresos. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2018, el ingreso promedio trimestral de las personas con discapacidad  es de 11 mil 348 pesos.

El ingreso promedio de las personas con dificultad para ver, aún usando lentes, fue de 11 mil 260 pesos; y el ingreso baja dependiendo de la discapacidad que se trate, así las personas con dificultades para poner atención o aprender cosas sencillas cae hasta los 6 mil 209 pesos. 

“En muchos lugares quieren pagarles menos, con horarios reducidos y situaciones que no favorecen su desarrollo y el que sea un empleo decente. Si bien ha habido un avance falta todavía no solamente contar con políticas, tenemos un rezago importante”, afirmó Medina. 

De acuerdo con la especialista, las empresas aún tienen que hacer trabajo en el tema de accesibilidad para motriz y no ver la inclusión como una cuota.

“Está demostrado que estas personas rinden mejores resultados, tienen menos rotación, faltan menos porque hay un compromiso. La persona se vuelve un aporte económico para el hogar y eso es un círculo virtuoso. Las personas que estaban a su cuidado pueden ocupar su tiempo en otra cosa. Hay beneficios para la empresa en términos fiscales y de reputación”, finalizó. 

Demanda

Los puestos que tienen mayor demanda para este sector son ayudantes generales u operadores, pues requieren bajo nivel escolar.

Nivel educativo

La escolaridad promedio de este grupo de personas es de cinco años.

Menor respuesta

Las instrucciones complejas, así como la falta de capacidad en la toma de decisiones les resta puntos en el mercado.

Prejuicios

Muchos empleadores tienen paradigmas de etiquetas, estereotipos o prejuicios y asocian la discapacidad con una enfermedad.


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