El Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés) informó que nueve de cada diez bancos centrales están explorando el funcionamiento de monedas digitales, y más de la mitad está desarrollando o realizando experimentos concretos.
En un documento, señaló que 2021 se caracterizó por el fuerte crecimiento del mercado de criptoactivos y monedas estables y, en promedio, casi seis de cada diez bancos centrales indicaron que este crecimiento ha acelerado su trabajo sobre las monedas digitales.
Además, añadió el BIS, lo anterior ha estimulado la colaboración entre los bancos centrales para monitorear las implicaciones de los criptoactivos y las monedas estables y coordinar los enfoques regulatorios para contener los riesgos para el sistema financiero.
Explicó que en el transcurso de 2021, el trabajo sobre las monedas digitales de bancos centrales cobró mayor impulso, después de que Bahamas, Nigeria, Caribe Oriental y China lanzaron versiones piloto de sus respectivas monedas digitales.
En consecuencia, un número cada vez mayor de bancos centrales se encuentra en etapas avanzadas de exploración de una moneda digital, y en comparación con el año pasado, la proporción que actualmente desarrollan o ejecutan un programa piloto casi se duplicó de 14 al 26 por ciento; además, 62 por ciento está realizando experimentos o pruebas.
Ante esta situación, apuntó el organismo internacional, es probable que haya más por venir, pues una proporción récord de encuestados por el BIS (90 por ciento) ya participa en algún tipo de trabajo de moneda digital y consideran que las monedas digitales son capaces de aliviar algunos puntos débiles en los sistemas de pago actuales.
Añadieron que en este contexto, a nivel mundial, más de dos tercios de los bancos centrales consideran que es probable que emitan una moneda digital propia minorista a corto o mediano plazo y el trabajo sobre las monedas digitales mayoristas está impulsado cada vez más por razones relacionadas con la eficiencia de los pagos transfronterizos.
En particular, el trabajo sobre las monedas digitales minoristas pasó a etapas más avanzadas, pues tanto el Covid-19, como la aparición de monedas estables y otras criptomonedas aceleró el trabajo sobre estas monedas, especialmente en las economías avanzadas, donde los bancos dicen que la estabilidad financiera cobró mayor importancia como motivación para su participación en estos activos.