Jorge Ortiz, experto y uno de los impulsores de la llamada Ley Fintech, aseguró que esta es una muestra del potencial que tiene la industria.
"Hay mucho por desarrollar pero es real que estas soluciones son ya aprobadas por el público y pueden interactuar con las instituciones tradicionales".
“Tras la promulgación en nuestro país en 2018 de la primer Ley Fintech en el mundo, en México podemos decir que el crecimiento de las fintech es ya una realidad. Dentro de los emprendedores el sector Fintech es el que está recibiendo mayores capitales. Colocándose como el primer sector en desarrollo en Latinoamérica. Son flujos de capital privado donde ha habido mayores inversiones”
Algunos bancos ya han comenzado a invertir en las fintech reconociendo que la propuesta que traen los emprendedores pueden crear grandes sinergias con instituciones financieras tradicionales.
Las propuestas de las fintech "vienen de gente que detecta un problema y se atreve a proponer una solución innovadora en el campo financiero de manera muy ágil y disruptiva de lo convencional. Para un emprendedor un problema es un reto", dice el experto.
Y justamente este espíritu innovador ha llevado a Jorge Ortiz, a participar en encuentros como el seminario “Rompiendo paradigmas : Modelos disruptivos en el mundo fintech”, que se llevará a cabo el próximo 21 de noviembre en la Udlap Jenkins Graduate School por la tarde.
Para el fundador de la cartera electrónica Tan Tan, una fintech se diferencia de la banca tradicional, porque es una empresa que se dedica a proporcionar servicios financieros, pero con el uso extensivo, muy robusto y profundo de la más actualizada tecnología de punta, creando la tecnología del futuro como criptomonedas o blockchains.
Sin embargo, afirma Jorge Ortiz, que en México, de acuerdo al Banco Mundial, lamentablemente hemos retrocedido en la tendencia de crecimiento en inclusión financiera. Estábamos en un 39 por ciento de crecimiento y bajamos a un 37 por ciento. La tendencia mundial es de un 3 por ciento de crecimiento, así el diferencial que se abrió con respecto a Latinoamérica es de un 5 por ciento de retroceso.
"Pero eso debemos verlo como un área de oportunidad para las fintech. Hay que entender la cultura mexicana y preguntarnos por qué a la gente no le gusta bancarizarse. Con propuestas innovadoras, disruptivas, desde los emprendedores hacia la población, desde la juventud hacia la juventud, eventualmente se atacan problemas específicos diseñados especialmente para las personas, considerando siempre que las fintech no son bancos, aunque formen parte del sistema financiero", finalizó.