Cada año el gobierno mexicano invertía 3 mil 200 millones de pesos anuales en la compra de 35 tipos distintos de medicamentos para tratar el VIH/sida de más de 97 mil pacientes, los cuales fueron perdiendo poco a poco su efectividad debido a que el virus comenzó a mostrar resistencia a algunos de los fármacos.
“En ocho años se pasó de 2 a 10 por ciento de pacientes con VIH/sida con resistencia viral a los tratamientos, siendo Efavirenz, uno de los fármacos. Se trata de alrededor de 30 mil personas con VIH que tienen problemas de resistencia a algunos tipos de antirretrovirales”, dijo Gustavo Reyes Terán, titular de la Coordinación Nacional de Institutos y Hospitales de Alta Especialidad.
Frente a esto se determinó que de los 35 medicamentos adquiridos, de los cuales 20 eran de patente, se pasaría a un esquema de 18 antirretrovirales —de los cuales ocho son de patente— más efectivos, como mayor adherencia y a menor precio.
El cambio, además de mejorar la salud y calidad de vida de los pacientes, también implicó un ahorro para el gobierno federal.
Noris Pavía Ruz, académica de la Facultad de Medicina y encargada de la Clínica para Niños con Inmunodeficiencia Adquirida, ubicada en el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”, explicó que el costo del tratamiento pasó de 35 mil a 6 mil pesos mensuales. La incorporación de medicamentos más innovadores también implicó una disminución en el número de pastillas que los pacientes deben tomar, “en lugar de tomar seis pastillas toma una”.
Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, de la Secretaría de Salud, afirmó que México invertía 3 mil 200 millones de pesos anuales en comprar antirretrovirales hasta 20 veces más caros. Ahora, con el cambio de esquema, se han asignado más de 80 por ciento de las contrataciones de compra de medicamentos antirretrovirales y se ha conseguido un ahorro nunca antes visto en México de mil 700 millones de pesos.
Antes, dijo, se pagaba “la combinación de Emtricitabina y de Tenofovir en 170 dólares mientras que Brasil es de 35 dólares. El Dolutegravir, en México se compraba entre 100 y 110 dólares mientras que Brasil lo compra a 8 dólares”, dijo el subsecretario.
En México los pacientes que se vuelven resistentes al tratamiento tienen una carga viral que se multiplica, el virus puede mutar y los tratamientos convencionales ya no surten efecto. “Se vuelve en una emergencia. El paciente corre el riesgo de no contar con las defensas necesarias para combatir las infecciones oportunistas y a ello se suma el hecho de que el sector salud también deberá invertir en terapias de rescate que resultan mucho más caras”, dijo Pavía.
Los precios de pacientes resistentes varían porque requieren de tratamientos de rescate cuyo costo se puede elevar a más de medio millón de pesos mensuales.
Nuevos fármacos
Entre las novedades se encuentran el Darunavir o etanolato de darunavir, tabletas; Cobicistat tiene interacciones medicamentosas semejantes al ritonavir, son de última generación. BIC y DTG sin inhibidores de integrasa de segunda generación, con mayor barrera genética a la resistencia. La propuesta del gobierno es recurrir a inhibidores de integrasa, que es la tendencia en los países más desarrollados, concretamente en Europa y Estados Unidos, además causan menos efectos tóxicos y adversos, contribuyen a la adherencia terapéutica y no generan resistencia.