El grupo Goldman Sachs pronosticó que, a finales de 2022, el alza del índice de precios en los gastos de consumo personal básico (PCE) en Estados Unidos bajará casi a la mitad, por el incremento en el valor de las materias primas y la inestabilidad en la cadena de suministro.
Economistas de la agrupación prevén que el índice del PCE básico (medida de inflación predilecta de la Reserva Federal) caiga hasta 2.3 por ciento, a finales del próximo año, desde 4.4 por ciento de fin de 2021. Esto, debido a que la demanda por bienes se desacelerará tras el pico de confinamiento.
Asimismo, señalan que el actual rebasamiento de la inflación ha sido "sorprendente." No obstante, lo atribuyen a un aumento en los precios de los bienes duraderos, impulsado por los persistentes desequilibrios de la oferta y la demanda.
"El actual repunte de la inflación empeorará este invierno (boreal) antes de mejorar", dijo el economista jefe de Goldman, Jan Hatzius, en una nota.
Además, agregó que se espera "una presión inflacionaria persistente por el crecimiento más rápido de los salarios y los alquileres." Aunque puntualizó que "sólo lo suficiente para mantener la inflación moderadamente por encima del 2 por ciento."
El índice del PCE, excluyendo el volátil componente de alimentos y energía, subió 0.2 por ciento en septiembre, tras un aumento del 0.3 por ciento en agosto.
Mientras que, en los 12 meses transcurridos hasta septiembre, el llamado índice de precios PCE básico aumentó 3.6 por ciento por cuarto mes consecutivo.
AMT