Standard & Poor's (S&P) espera una moderación de la demanda de crédito como consecuencia del debilitamiento de la confianza de los consumidores y las empresas ante una economía débil en 2023.
La calificadora indicó en un análisis que la alta inflación ha erosionado el poder adquisitivo de los hogares y las ganancias de las empresas, mientras que el incremento de las tasas de interés del Banco de México desalienta la demanda de crédito.
S&P estima que el PIB de México crezca alrededor de 2.1 por ciento en 2022 y luego disminuya a 0.8 por ciento en 2023 ante el deterioro de las condiciones económicas mundiales.
A la par, para 2023 se espera que una recesión potencialmente más profunda proyectada en Estados Unidos afectaría duramente a la economía mexicana, y las repercusiones para los bancos locales podrían ser un crecimiento moderado del crédito, mayores pérdidas crediticias y una rentabilidad más débil.
“Los fuertes lazos económicos de México con Estados Unidos serán un lastre para la economía local”, refirió.
“El debilitamiento de la confianza de los consumidores y las empresas derivará en una moderación de la demanda de crédito. La alta inflación ha erosionado el poder adquisitivo de los hogares y las ganancias de las empresas, mientras que el aumento de las tasas de interés desalienta la demanda de crédito”, añadió.
Además, S&P recalcó que la incertidumbre política podría seguir limitando la inversión y la demanda de crédito. Además, la reversión de algunas políticas del gobierno, particularmente en el sector energético, o un debilitamiento de instituciones clave podrían disminuir la confianza de los inversionistas y complicar las condiciones de negocio y operativas de los bancos.
MRA