La limpia en el sector salud implementada por el presidente Andrés Manuel López Obrador y los estragos de la pandemia de covid-19 han dejado 50.4 millones de mexicanos con carencia de acceso a servicios de salud, 30.3 millones más que en 2018, año en que tomó las riendas del país el mandatario.
De acuerdo con la última estimación de pobreza multidimensional del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), entre 2018 y 2022 el porcentaje de personas que carecen de acceso a las instituciones públicas de seguridad social o a servicios médicos privados pasó de 16.2 a 39.1 por ciento.
Lo anterior, pese a que en el periodo referido la población en situación de pobreza multidimensional; es decir, que tiene, una o más carencias sociales, pasó de 51.9 a 46.8 millones de personas a nivel nacional.
En su espacio de opinión en MILENIO, el ex subgobernador del Banco de México, Gerardo Esquivel, destacó el significativo avance en la disminución de la pobreza en el país gracias a la política laboral y social de la actual administración, pero también reconoció la carencia en el acceso a la salud.
"No todos los resultados fueron positivos. El incremento en la carencia de acceso a servicios de salud y el nulo avance en el combate a la pobreza extrema multidimensional así lo demuestran", escribió el economista.
El datoUn derecho plasmado en la Constitución
El artículo 4° de la Carta Magna establece que "toda persona tiene derecho a la protección de la salud".
Transformación del sistema de salud
Pese al avance en la dispersión de recursos por medio de programas sociales, uno de los logros del presidente López Obrador, en lo que va de su sexenio el sistema de salud ha pasado por tres diferentes modelos de atención a la población.
Creado en 2019 para reemplazar al Seguro Popular, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) tuvo una vida corta. En 2023, por medio de un decreto, el gobierno federal lo extinguió tras no haber cumplido el objetivo de garantizar el derecho a la salud, con la integración de sus funciones al IMSS-Bienestar, dejando a millones sin atención.
“Se está buscando terminar de limpiar todo el sector salud, que, como otras áreas del gobierno, estaba infestada por la corrupción (...). Estamos buscando integrar todo, recuperar lo público frente a la privatización”, justificó el Presidente.
Citado en la columna El asalto a la razón del periodista Carlos Marín, el ex secretario de Salud y rector de la Universidad de Miami, Julio Frenk, cuestionó el avance en la transferencia de recursos a las familias más pobres si estas se ven obligadas a pagar medicinas y consultas por la falta de acceso a servicios de salud.
“Se redujo la pobreza, pero en el mismo lapso empeoró la carencia de acceso de servicios de salud. Las familias sin seguridad en materia de salud suman 50 millones de personas. Ese pago de bolsillo explica por qué se duplicó el número de hogares que tienen gastos catastróficos, hasta llegar a 4.7 millones, casi 5 millones de hogares”, señaló Frenk.
Lejos de Dinamarca y más cerca de Chiapas
La cruzada por la salud de la llamada Cuarta Transformación apunta a crear un sistema como el de Dinamarca, y, a decir del presidente López Obrador, hasta mejor. Bajo este objetivo, el programa IMSS-Bienestar promete ser la puerta de entrada a un modelo de atención médica universal.
Pero en lo que el nuevo plan toma forma y comienza a arrojar resultados, los pobres están pagando factura. En 2022, Chiapas, Oaxaca y Guerrero, los estados con el mayor porcentaje de la población en situación de pobreza, concentraron a su vez la mayor proporción de población con carencia de servicios de salud.
Chiapas fue la entidad con la mayor población sin acceso a servicios de salud, con 66.1 por ciento; seguida por Chiapas, con 65.7 por ciento, y Guerrero, con 52.7 por ciento.
Por tipo de residencia, los mexicanos que viven en zonas rurales padecieron en mayor medida esta carencia, con 54.8 por ciento del total; en contraste, en las ciudades, el porcentaje fue de 33.9 por ciento.
Baja carencia de acceso a seguridad social
Pese a la falta de acceso a los servicios de salud, se redujo el porcentaje de personas con carencia de seguridad social de 2018 a 2022, al pasar de 53.5 a 50.2 por ciento, totalizando 64.7 millones de derechohabientes.
"A pesar de haber mostrado una disminución entre 2018 y 2022, esta carencia continúa siendo la de mayor presencia en la población mexicana", señala el Coneval.
En este sentido, prendió los focos rojos del consejo que el año pasado 63.6 por ciento de las personas ocupadas no contara con acceso a la seguridad social por prestación laboral.
Consultorios de farmacias ganan pacientes
Ante la falta de acceso a servicios de salud pública, de 2018 a 2022, se disparó el número de mexicanos que recibieron atención en consultorios y unidades médicas privadas, al pasar de 12.9 a 17.4 millones de personas.
En el caso de los consultorios de farmacias, tipo Dr Simi, estos pasaron de atender a 8.5 millones personas en 2018 a 12.5 millones en 2022.
En contraparte, el número de personas que recibió atención en hospitales o consultorios públicos pasó de 3.1 millones en 2018 a 1.8 millones en 2022. “Ante el cambio del Seguro Popular a Insabi, se produjo una caída que no se ha recuperado en 2022”, señaló el Coneval.
La tendencia al alza para la atención en consultorios privados es similar tanto en zonas rurales como en urbanas, donde en ambos casos la población que recibió atención en instituciones de salud pública disminuyó.
AMP