Carlos Urzúa, ex secretario de Hacienda, coincidió en que el crecimiento económico de México en 2022 estará en línea con las proyecciones de la dependencia que encabezó; sin embargo, no considera que en 2023 se alcance el 3 por ciento que proyecta el gobierno federal; además, aseguró que él no estuvo de acuerdo con todos los proyectos emblemáticos, pues son “caros y hechos a la ligera”.
Durante su participación en la ponencia Cuando la Música se Detiene, organizada por Hilco Global México, señaló que el crecimiento económico de 2.4 por ciento en 2022 es adecuado, pero no es el de un país como México, debería ser mayor por el bono poblacional.
- Te recomendamos Ministros de comercio de México y EU dialogan sobre seguridad alimentaria Negocios
Para 2023, “difiero, desgraciadamente, de manera notable con la Secretaría de Hacienda, que en sus Criterios de Política Económica estableció que el siguiente año vamos a crecer en el orden de 3 por ciento, ojalá fuera cierto pero casi nadie lo estima, el orden de los pronósticos está oscilando entre 1 y 1.5 por ciento”, indicó.
Oportunidades, echar para atrás la reforma energética
No obstante, el ex secretario de Hacienda considera que México tiene oportunidades y en 2024 el crecimiento económico será de 2.2 por ciento. Entre las oportunidades que el país tiene destaca la relación comercial con Estados Unidos, el crecimiento del bono demográfico, el nearshoring, el espacio para elevar la deuda pública y la oportunidad que puede tener echar para atrás la reforma energética.
Retos
Sin embargo, advirtió que México tiene retos por delante, el primero es la seguridad pública, que “sigue siendo el peor obstáculo para el desarrollo social y económico”, a lo que se suma un sistema de salud colapsado, una vez que se eliminó el seguro popular y se creó el IMSS Bienestar.
Además, un ambiente político que se enrarecerá aún más en los siguientes años, con el consecuente impacto sobre la inversión privada, aunado a las disputas comerciales con los socios de América del Norte que ahorita son en materia energética, pero que más adelante pueden ser por el maíz, ya que es un tema que está pendiente.
Proyectos emblemáticos caros y hechos a la ligera
Carlos Urzúa resaltó los bajos niveles de inversión pública, de sólo 3 por ciento del producto interno bruto (PIB), que se van a los mega proyectos del gobierno federal, pero que “son caros y hechos a la ligera”.
Respecto a este último punto, aseveró que si bien él formó parte del gabinete del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, al inicio de su administración, él no estaba de acuerdo con todos los proyectos.
“Yo he comentado que el que haya sido secretario de Hacienda, no necesariamente implicó que estaba de acuerdo con algunos de esos proyectos. Yo, de hecho, siempre he pugnado porque haya un estudio de costo-beneficio en cualquier proyecto que el gobierno federal o gobiernos estatales o municipales emprendan”, apuntó el ex funcionario.
Añadió que él siempre ha dicho que no estuvo de acuerdo con la cancelación del Aeropuerto de Texcoco, pues estimó que se perdieron unos 250 mil millones de pesos, y uno de los mejores auditores de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), Agustín Caso, calculó las pérdidas en más de 300 mil millones de pesos.
“Fue un error, yo siempre lo dije, yo nunca lo respaldé, pero recuerden que los secretarios son sirvientes en el fondo; es decir, si uno está con el presidente, tiene que aceptar lo que dice el presidente”, concluyó Carlos Urzúa.
AMP