México es un país donde prevalece el sistema de prepago o recargas telefónicas, no tanto de planes anuales, mientras los dispositivos son de gama baja, señala Ernesto Piedras, director general en The Competitive Intelligence Unit (CIU).
“La mayoría de la gente no tiene capacidad económica para adquirir dispositivos de 26 mil o 30 mil pesos. Las marcas mexicanas no están compitiendo en esos parámetros, lo hacen con características que sirven a los usuarios, pero no lo hacen al nivel más alto.
“Hay un grupo de la población que ha encontrado en estas marcas (Lanix, STF y M4) una ventana de oportunidad, un dispositivo que se adapta a sus bolsillos. Sin embargo, vemos que están llegando marcas de China muy agresivas y esto es una barrera”.
¿Cuántas compañías mexicanas hay en el mercado?
Muy pocas. Estamos hablando de cinco o seis marcas. La más sobresaliente es Lanix; es la única que tiene una participación en el mercado. Representa una ventana de oportunidad por los precios accesibles de sus productos.
¿Cómo enfrentan el mercado los smartphones mexicanos?
No hay nacionalismos ni malinchismos. En México se compran las mismas marcas que en el mercado global y en el mundo se empiezan a usar las de México, que compiten por su precio, calidad de cámara, capacidad de memoria, procesadores y otras características.
¿Cuál es el futuro para dichas empresas?
El futuro es el mercado. En México hay 119 millones de teléfonos, de los cuales 93 millones son smartphones, y la tendencia crece aceleradamente. También recordemos que es un mercado que se reemplaza muy frecuentemente.
¿Hasta qué punto son realmente empresas mexicanas?
Son empresas mexicanas, sin embargo, la mayoría de sus componentes no son manufacturados en México, casi siempre son fabricados en China. Una vez conquistado este mercado, podrían aspirar a otros.
¿Qué innovaciones exigen los usuarios?
Hace algún tiempo dominaba la tendencia del notch(ceja), pero tuvo en retroceso. La tendencia hoy es el full display (pantallas y marcos).
Y. Cortés y A. Méndez