Actualmente, los tiempos para exploración y producción de campos petroleros en aguas profundas se redujeron, por lo que México aprovecharía esta oportunidad porque antes de tardaba hasta 25 años para ver una primera producción.
Erik Salas, vicepresidente de desarrollo de Negocios en Rystad Energy para México y América Central, explicó que cuando se determinaron las primeras rondas por la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), se estableció un promedio de tiempo de vida de 16 a 25 años para un proyecto de petróleo.
Petróleo en aguas profundas
El experto dijo:
“Para 2021, en Rystad vimos reducción a 12 años; sin embargo, después de la pandemia y con el empuje digital de tecnología, en aguas profundas del Caribe de Sudamérica, el tiempo entre el descubrimiento y el primer barril tomó cuatro años. En alrededor de 10 años se redujo hasta una tercera parte el tiempo que tarda la explotación de petróleo”.
Erik Salas dijo que esto da a México la oportunidad tener más escenarios adecuados, como volúmenes de inversión. El ejecutivo subrayó:
"Algo que vemos que sucede en paralelo es la relocalización de la oferta de hidrocarburos, motivada por la regulación en otras latitudes. México puede aprovechar esta ola para ser suministrador que sustituya algunos que vayan de salida”.
México y su petróleo
El experto de la firma de investigación energética con sede en Oslo, Noruega, recordó que la política pública depende de la filosofía de los países; en México se tiene un escenario de contratos petroleros con privados, lo que impulsaría la colaboración con quienes ya tienen experiencia.
“Todos esos bloques ya han sido explorados, ya tienen estudios y si ajustamos los términos de colaboración, permitirían alcanzar estas nuevas metas de producción petrolera y energética en México”.
Erik Salas añadió que si se alinean volúmenes de inversión en las áreas adecuadas; para 2030 alcanzarían 3.1 millones de barriles. Comentó que es interesante que países lo lograron con geologías similares, como el caso de algunos países de Medio Oriente y Brasil.
Reiteró que es necesario pensar en proyectos de aguas profundas, en yacimientos no convencionales, en la estimulación de pozos actualmente productivos, y de toda serie de tecnologías.
A mitad de sexenio, el entonces secretario de Hacienda, Arturo Herrera, indicó que México debía evaluar la explotación de hidrocarburos en aguas profundas como estrategia a largo plazo, y adelantó que eran necesarios siete años para explorar campos y tres años para desarrollarlos.
“En aguas profundas se necesita tecnología que probablemente no tenemos, y hay un nivel de riesgo que no estoy seguro de que Petróleos Mexicanos (Pemex) debería de correr”, informó en su momento.
EDD