En 2018, los flujos de inversión extranjera directa (IED) a América Latina y el Caribe aumentaron 13.2 por ciento, con respecto a 2017, con lo que se revirtió una tendencia de cinco años de caídas continuas, gracias en gran medida a los flujos recibidos en Brasil y México.
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De acuerdo con la información dada a conocer por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en total, la región recibió el año pasado 184 mil 287 millones de dólares por concepto de IED; de los cuales, 88 mil 319 millones, 48 por ciento del total, se dirigieron a Brasil; y 36 mil 871 millones, 20 por ciento del total, llegaron a México.
El organismo dependiente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) explicó que la cifra alcanzada en 2018 aún está por debajo de los valores registrados durante el ciclo de auge de las materias primas; sin embargo, resulta relevante el resultado, dada la tendencia mundial.
En este sentido, indicó, existe un contexto internacional de reducción de flujos de IED y de fuerte competencia por las inversiones, en donde las políticas nacionales no deberían de orientarse a recuperar los montos registrados a inicios de la década, sino atraer IED que contribuya a formar capital de conocimiento y avanzar hacia patrones de producción, energía y consumo sostenibles.
MRA