México aún no se encuentra en una recesión, pero sí en una profunda desaceleración y lo que es realmente preocupante son los bajos niveles de crecimiento en los diferentes sectores económicos aunado a la incertidumbre que ha prevalecido durante el año, porque con esto, mucho menos habrá desarrollo, coincidieron analistas del mercado.
“Una recesión es una actividad generalizada de bajo crecimiento económico, tasas negativas, donde después de dos trimestres consecutivos de números negativos, implica la pérdida de empleo y en donde, en términos generales, el país debería tener un comportamiento adverso, México no se encuentra en esta situación”, señaló el director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento (IDIC), José Luis de la Cruz.
En entrevista con MILENIO, explicó que lo que vimos con el dato del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE) de mayo, que no mostró variación con respecto a abril, es que la debilidad del país se mantiene y el ciclo económico va a la baja; es decir, estamos viendo cómo la actividad productiva va perdiendo fuerza, sobretodo en la parte industrial, pero gracias a los servicios, la economía se mantiene creciendo.
No obstante, el directivo del IDIC añadió que si bien el resultado del IGAE no fue tan exacerbado, preocupa que se va perdiendo la fuerza de la economía y la industria, sí ya tiene una clara fase de recesión, con ocho meses de caídas consecutivas, generalizada en prácticamente todos los sectores y con pérdidas de empleo.
La directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller coincidió en que para que se registre una recesión se deben cumplir los factores de caídas significativas y generalizadas en la actividad económica durante dos trimestres consecutivos, “por lo que más allá de eso hay que ver que hay una significativa desaceleración económica, estamos de acuerdo en eso, y que esta obedece a varios factores en donde creemos que la incertidumbre es el mayor de ellos y que además el sector de los servicios es fundamental pues en este es donde está el comercio y es lo que impulsa la creación de empleos en México”.
Siller indicó que la situación de México no responde por completo al concepto estadunidense de recesión, “habría que revisar bien la definición, si bien dice que es una caída significativa en la actividad económica durante varios meses, lo que queda abierto a el periodo y a la definición de significativo y que esta sea prolongada en todos los sectores y, en el caso de México, no cumple con esta regla”.
“La regla de dedo, que es en la que todos se ponen de acuerdo para una aproximación, es la que señala dos caídas consecutivas en el PIB trimestral, por eso se señala como recesión técnica, ya que al primer trimestre hubo una caída en el PIB y ya viene el segundo trimestre que puede ser un resultado similar”.
En este sentido, el director de análisis y estrategia bursátil de Monex Casa de Bolsa, Carlos González dijo en entrevista que más allá de sí estamos o no en una recesión y de la definición misma, lo preocupante es que estamos creciendo a una tasa muy cercana a cero por ciento y deberíamos de estar en una tasa de 3 por ciento que es el mínimo requerido para tener la cantidad de empleos que el país requiere.
Añadió que en los últimos 20 años hemos crecido a tasas muy bajas, de entre 2 y 2.5 por ciento y ahora estamos por debajo de eso y decir que ahora será de cero por ciento, deja mucho de qué hablar, porque de ahí surgen otros temas, porque menos habrá desarrollo.
Siller agregó que al segundo trimestre estiman que la actividad económica cayera de manera bastante moderada, alrededor de un 0.2 (-0.2%) por ciento.
Segundo semestre débil
Los analistas estimaron que para el segundo semestre del año, las cifras apuntan a que será más evidente este escenario de menor ritmo de crecimiento, aunado a un gasto público moderado y bastante lento.
A esto se suma que no se ha dado un entorno de mayor confianza y el problema es que se sigan retrasando inversiones que son condiciones para crecer.
Para José Luis de la Cruz, la segunda parte del año todavía conservará la debilidad económica porque lo que hemos visto hasta junio es que continuará y además se va a agregar la pérdida de fuerza de Estados Unidos.
Banco Base añadió que la desaceleración económica podría prolongarse el resto del año si la inversión continua cayendo, “si es más fuerte que la de 2013 como siempre se da durante los primeros años de un nuevo gobierno, pero este año es más complicada porque la incertidumbre también ha sido más pronunciada pero estamos lejos de una crisis”.
En tanto, Jorge Gordillo, responsable del área económica de CI Banco coincidió en que los indicadores y los factores que miden la economía como son el consumo, la producción, construcción e inversión están cayendo pero en un entorno de desaceleración que podría ampliarse al segundo semestre de este año el cual si registre crecimiento pero más lento.
MRA