Para los mexicanos, el robo de identidad es uno de los delitos más comunes y difíciles de perseguir, razón por la que el país ocupa el octavo lugar en este ilícito, señaló la comparadora de servicios financieros Coru.
De acuerdo con datos del Banco de México (Banxico), los casos se dan por pérdida de documentos, robo de carteras y portafolios, y por información robada directamente de la tarjeta bancaria.
Es por esto que el robo de identidad en las instituciones financieras sigue siendo un riesgo complicado para combatir, por lo que a partir del 30 de marzo de este año, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) exigirá a los bancos capturar la huella dactilar de los usuarios que aperturen una cuenta o un crédito, a fin de dar más seguridad en las transacciones.
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La plataforma indicó que la meta es que con esta medida y la entrada en acción del Servicio Nacional de Identificación Personal, pueda tenerse información biométrica de más de 120 millones de mexicanos para 2023 y se minimicen los riesgos de suplantación de identidad, ya sea por fraude o por errores administrativos.
“Dar de alta nuestros datos biométricos en el banco podría ser uno de los mecanismos más sencillos, gratuitos y seguros para blindar las transacciones y asegurar que cada movimiento sea realizado exclusivamente por el titular de la cuenta”, explicó.
Se trata dar a las instituciones financieras un rasgo de propiedad física o fisiológica como huellas digitales o marca ocular, de comportamiento o elemento de personalidad como firma o escritura, que corresponde a una persona, que no puede alterarse, además de que puede ser medido y verificado.
A diferencia de una contraseña que puede ser cambiada por otra, la información biométrica no puede cambiarse y da acceso a la identidad exclusiva de una persona, por ello garantiza mejor seguridad, pero también mayor responsabilidad en su utilización.
Para el cliente, el proceso es muy sencillo, gratuito y debe tomar menos de 10 minutos. Sólo se requiere estar presente en la sucursal, identificarse con la credencial del INE o pasaporte. Se toman las huellas digitales que se comparan con las almacenadas en el INE y se registra la huella facial.
La plataforma indicó que la autenticación con datos biométricos eleva las medidas de seguridad para evitar el robo de identidad, pero aún podrían presentarse hackeos para cometer delitos.
Datos biométricos que usan los bancos
Huella de voz. Uno de los métodos cada vez más comunes en bancos como Santander y Citibanamex. Con la huella de voz se verifica la frecuencia, velocidad y acento para que coincidan con las del cliente enrolado. Este método de contraseña fija tarda menos de 2 segundos en autenticar.
Algunos inconvenientes de este sistema es el alto costo que implica para las instituciones, así como el permiso que deben tener los bancos por parte de de los clientes antes de grabar registros de voz.
Huella dactilar. Valida que las características sean iguales a los registrados en el INE. Bancos como Banorte, Banco Azteca y Citibanamex, entre otros ya hacen obligatorio el uso de la huella dactilar en sucursal cuando los clientes solicitan apertura de cuenta, créditos de consumo, en caso de contrato o cancelación de banca digital, solicitud o entrega de tarjeta de crédito o débito, asignación de clave de atención telefónica o modificación de datos generales.
Reconocimiento facial. En este caso se identifican los rasgos del rostro capturado y que estos tengan la misma distancia entre las pupilas, posición de la nariz y dimensiones contra las características registradas por la persona. Las app de BBVA México y Banorte ya cuentan con un esquema de este tipo gracias a la autenticación por medio de selfies.
GGA