México es uno de los mayores exportadores de calabaza, al vender 394 millones de dólares a escala global; de hecho, en el mercado estadunidense es el principal proveedor, asegura Drip Capital México, fintech especializada en financiamiento de pymes exportadoras.
Además de la flor de cempasúchil, la calabaza de castilla, es uno de los símbolos característicos de las celebraciones de Día de Muertos y Halloween, sus fines gastronómicos y decorativos anuncian una oportunidad de venta y exportación para los agroproductores mexicanos.
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De acuerdo con un estudio realizado por la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC, por su sigla en inglés), México exportó alrededor de 474 millones de dólares a territorio estadunidense tan sólo en 2020; representando más del 97 por ciento de las importaciones totales de esa nación.
"Anualmente en México se producen más de 23 mil toneladas de calabaza, según la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. En estados como Sonora, ha desarrollado esta industria lo suficiente como para generar empleos en el proceso de siembra, cultivo y embarque del producto, creando grandes oportunidades para productores y exportadores", señala Edmundo Montaño, director de Drip Capital México.
Además, de acuerdo con el registro del 2020 de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural, en México se produjeron alrededor de 131 mil toneladas de calabaza, en una superficie de más de 7 mil hectáreas distribuidas en 20 estados, donde resaltan como productores: Sonora, con más de 105 mil toneladas, seguido de Chihuahua, con más de 4 mil toneladas, y Guerrero, con casi 4 mil toneladas.
El cultivo de este tipo de calabaza se da en algunos campos agrícolas de estados con clima semiárido como Sonora, la cual es exportada y vendida en los estados de Nevada, Arizona, California y estados del sur de Estados Unidos, de acuerdo con información obtenida de agricultores nacionales.
Debido a que el periodo de producción y exportación es de alrededor de tres meses, el proceso va acompañado de rigurosas especificaciones que van desde la marca de tierra, tamaño, grosor y el color; además de cubrir trámites aduanales para su entrada al mercado estadunidense.
La fintech Drip Capital asegura que el financiamiento es pieza clave para cubrir picos de demanda de temporada y abrir la posibilidad a recuperar de forma más eficiente los costos de producción y logística para aquellos compradores internacionales que adquieren el producto en volumen y muy probablemente soliciten términos de pago.
AMP