En México, la gama alta, equipos con un precio superior a 10 mil pesos, alcanzó 17.1 por ciento del total de unidades que hay en el mercado en el tercer trimestre de 2025.
"Esto representa un crecimiento de 3.4 puntos porcentuales en un año y casi duplica su participación respecto al mismo trimestre de 2023", señaló The CIU.
La consultora destacó que esta presencia de mercado superó por primera vez a la gama baja, impulsada por la creciente necesidad de funciones tecnológicas avanzadas.
Así, las gamas media y alta ya suman 85 por ciento del mercado, mientras que la gama baja se redujo a 15 por ciento, cuando hace apenas algunos años alcanzaba 66 por ciento.
The CIU explicó que esta migración responde a la importancia creciente de atributos como:
- Inteligencia Artificial (IA)
- Mejoras en fotografía
- Mayor desempeño
- Diseño y oferta de modelos plegables
Estos factores se han vuelto más determinantes que el precio al momento de elegir un smartphone.
Incluso, señaló que el conocimiento sobre la importancia del procesador también está creciendo entre los usuarios, debido a su papel en el rendimiento general del dispositivo.
“La preferencia por dispositivos más capaces y alineados con las nuevas demandas digitales sigue impulsando la expansión de los segmentos superiores en el mercado móvil”, comentó.
La consultora resaltó que el smartphone se está consolidando como el eje central del ecosistema de conectividad. Ya no es solo un medio de comunicación, sino la principal vía para realizar actividades cotidianas como:
- Consumo de contenidos
- Movilidad
- Pagos
- Banca
- Entretenimiento
- Productividad
Desde la pandemia, los usuarios en México casi duplicaron su inversión en estos dispositivos y los conservan por periodos más prolongados.
Agregó que la tenencia de equipos inteligentes, con conectividad y acceso a aplicaciones, alcanza ya 96.5 por ciento del total de usuarios móviles al tercer trimestre del año, lo que confirma su papel como herramienta indispensable para la vida digital, el trabajo y la comunicación.
“Este nivel de adopción masiva ha impulsado un cambio estructural en la preferencia de gamas del mercado”, señaló.
Detalló que, al depender cada vez más de sus dispositivos para tareas complejas, como gestionar su economía mediante fintech o participar en el trabajo remoto, los usuarios demandan equipos más potentes y extienden sus ciclos de reemplazo, privilegiando características avanzadas.
A diferencia de la gama baja, cuando un usuario planea la compra de un smartphone, el precio deja de ser el factor principal para 41 por ciento de ellos.
En cambio, surgen variables tecnológicas como criterios decisivos:
- Resolución de la cámara (52 por ciento)
- Capacidad de memoria (44 por ciento)
- Procesador (42 por ciento)
Además, destacó la relevancia creciente de la IA, que alcanza 30 por ciento y se consolida como un atributo clave.
“Este segmento prioriza desempeño, fluidez y capacidades avanzadas por encima del costo inicial”, concluyó.
CHZ