La disputa comercial entre México y Estados Unidos por el acero y el aluminio no es la primera entre ambas economías en tribunales de la Organización Mundial del Comercio (OMC), ésta se suma a las 17 ocasiones en que ambos gobiernos se han visto para dirimir controversias en su intercambio comercial de productos como tomate, refrescos, fructosa, atún, carne de res y cerdo, entre otros.
Según información de la OMC, el principal socio comercial de México, también ha sido el país con el que más ha entrado en conflictos comerciales, ya que 40 por ciento de las demandas que ha puesto México ante el máximo rector del comercio ha sido contra Estados Unidos, es decir, 10 de 25.
En tanto, Estados Unidos ha interpuesto ante la OMC un total de 130, de las cuales solo siete han sido contra México.
La OMC detalla que México ha interpuesto contra Estados Unidos más demandas de las que ha llevado con China (4) y con la Unión Europea (3).
En el pasado, México ha iniciado controversias comerciales en contra de Estados Unidos por restricciones en mercados de tomates, placas de acero, tuberías para perforación petrolera, acero inoxidable, cemento, atún, carne de res y cerdo, así como por una ley de compensación de continuidad de dumping —práctica de vender un producto por debajo de su precio normal mantenimiento de las subvenciones—, que implementará Washington en detrimento del comercio con México.
En contraparte, Estados unidos ha hecho reclamos por medidas restrictivas en México a su fructosa, comercialización de cerdos vivos, servicios de telecomunicaciones, así como en el sector de refrescos, mismas que llegaron a tribunales internacionales.
La primera vez que México solicitó consultas ante la OMC contra Estados Unidos fue en 1996, cuando ambos países entraron en conflicto por una investigación antidumping realizada que terminó restringiendo las importaciones de tomate fresco y refrigerado procedente de México, la cual se quedó en la fase de consultas, como parte de un acuerdo entre ambas partes.
En 2003 México demandó a Estados Unidos para apelar derechos compensatorios a la placa de acero mexicana que se habían impuesto desde Washington, ante lo cual la Organización Mundial de la Salud conformó un grupo especial para dirimir el asunto, pero no se llegó a establecer un veredicto por el organismo debido a que ambos países llegaron a un acuerdo directo.
Ese mismo año, México pidió páneles para impugnar medidas restrictivas a las tuberías para perforación petrolera, así como para el cemento mexicano, mismo que se resolvió cuando México impuso derechos compensatorios.
En 2004, acudió a la OMC nuevamente, junto con Canadá, para impugnar una ley de Compensación por Continuidad de Dumping o Mantenimiento de las Subvenciones de EU, la cuan concluyó con el permiso para que los países demandantes impusieran medidas equivalentes compensatorias.
A su vez, en 2005 el gobierno mexicano asistió a los tribunales del máximo rector comercial por medidas restrictivas al acero mexicano, mientras que en 2008 lo hizo en dos ocasiones, por medidas relativas a la importación, comercialización y venta de atún, así como medidas de etiquetado de país de origen que se requería a la carne de res y cerdo mexicano.
En el caso del etiquetado de país de origen la medida fue derogada luego de que la OMC había autorizado medias compensatorias a favor de México para resarcir el daño, mientras que en el caso de comercio de atún, México había recibido el aval del organismo rector del comercio para imponer medidas compensatorias; sin embargo, Estados Unidos decidió apelar el proceso, mismo que actualmente se encuentra detenido porque EU ha bloqueado la renovación de jueces de la OMC.
Por su parte, Estados Unidos utilizó los tribunales de la OMC en 1997 para impugnar una investigación antidumping a sobre el Jarabe de Maíz de Alta Fructuosa que entra a México, misma que quedó en fase de consultas, pero que en 1998 se volvió a impugnar, y concluyó en 2001 cuando México tuvo que alinear sus disposiciones conforme a los lineamientos de la OMC.
En 2000 México impuso restricciones al comercio de cerdos vivos, así como a algunos servicios de telecomunicaciones básicos y de valor añadido por parte de Estados Unidos, mismos que fueron impugnados ante la máxima tribuna del comercio, la primera impugnación se quedó con base en consultas, mientras que en la segunda, México tuvo que modificar su ley para ponerla de acuerdo al marco normativo de la OMC.
En 2003 Estados Unidos acudió al organismo rector por restricciones a la carne de bovino y al arroz, medidas que tuvo que cambiar para evitar represalias comerciales, al igual que las medidas fiscales implementadas sobre refrescos y bebidas que utilizaban edulcorante distinto al azúcar de caña, cuando Estados Unidos las impugnó en 2004.
Aunque desde la llegada del presidente Donald Trump se ha caracterizado por un discurso proteccionista del comercio, en realidad no dista mucho de lo que históricamente ha sido esa nación, explicó el director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (Idic), José Luis de la Cruz.
“En general Estados Unidos siempre ha sido muy proteccionista, solamente que este periodo que va desde la década de los setenta hasta la llegada de Trump es como el periodo de mayor apertura de Estados Unidos”, afirmó.
Agregó que el peso en la economía de Estados Unidos del comercio exterior todavía es marginal, puesto que más de 80 por ciento de su producto interno bruto (PIB) proviene de su mercado interno, y es dinamizado por el consumo e inversión de cosas que se hacen dentro de Estados Unidos.
Señaló que mientras el país vecino del norte seguía un patrón tímido de apertura, en Europa se estaban generando acuerdos comerciales, muchos de los cuales hoy siguen vigentes y eran promovidos por la Comunidad Europea, y demás hubo algunos otros en Asia y Centroamérica.
De acuerdo con la OMC, el proteccionismo por parte de Estados Unidos continúa a la alza, puesto que durante el primer semestre de 2017, Estados Unidos, junto con India, fueron los países que iniciaron más investigaciones antidumping a escala mundial, con un total de 34, mientras que México solo inició una investigación.
En este contexto de golpes arancelarios, a México le conviene llegar a un renegociación exitosa dentro del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC) que las evite, puesto que si se acaba el acuerdo y el comercio se rige por las reglas de la OMC, no se sabe qué esperar de ello, puesto que el gobierno de Donald Trump no está respetando ese organismo, afirmó Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base.
“A principios del año, cuando hablamos de la renegociación del TLC decíamos: nos salimos del tratado y regresamos a la reglas del OMC, pero ya vimos que Trump no respeta las normas del organismo”, subrayó.
Explicó que para la salud del comercio mexicano, el mejor escenario sería que se mantuviera el TLC así como está, el segundo mejor escenario sería un acuerdo bilateral, pero el peor escenario sería que se terminara todo porque entonces los aranceles desde Estados Unidos van a continuar, y si se imponen en el ramo automotor, van a golpear por arriba de 3 por ciento las exportaciones totales de México.
“Si decimos el acuerdo entre tres o nada, y salimos, es posible que va imponer aranceles de 25 por ciento al ramo automotriz y va afectar las exportaciones. Un Trump enojado de manera visceral pone aranceles que realmente afectan a la industria mexicana”, subrayó.
En junio pasado la Secretaría de Economía informó que, en respuesta a las medidas que Estados Unidos aplicó a las exportaciones de acero y aluminio mexicanas, México inició un proceso de solución de controversias al amparo de la Organización Mundial de Comercio.
“México considera que las medidas impuestas por Estados Unidos al amparo de la Sección 232 de su legislación, argumentando amenazas a su seguridad nacional, violan el Acuerdo sobre Salvaguardias de la OMC al no haberse adoptado conforme a los procedimientos ahí previstos, además de que violan el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio de 1994”, indicó.
Además, el gobierno de México impuso aranceles a 71 productos procedentes de Estados Unidos, por lo cual la administración de Donald Trump decidió abrir un nuevo panel para impugnar las medidas de México.
México y EU, rivales históricos en la OMC
Restricciones en industrias como la acerera, petrolera y alimentaria han formado parte de las disputas históricas.
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