Ante la decisión del gobierno de controlar el precio de gas LP para reducir el costo de este combustible a los consumidores, empresas que envasan y distribuyen este carburante le meten más propano que butano para poder tener un mejor margen de ganancia aunque eso significa menor duración por tanque.
El director general de Kepler Oil and Gas, Luis Chavarría, explicó a MILENIO que la importación de propano tiene menor costo que el gas licuado, lo que derivó en que los consumidores reciban gas con menor poder calorífico.
“Un comercializador de gas LP estaba acostumbrado a 5 o 7 pesos de márgenes y lo castigan con el tope a los precios máximos a ganancias de 50 centavos. El mexicano es muy listo para recuperar su mercado, de forma que pudieron encontrar la forma de mantener sus ganancias entre 4 y 3 pesos”, comentó.
La relación de gas LP es 60 por ciento propano y 40 por ciento butano, por lo que Luis Chavarría dijo que el propano es más ligero que el butano, por lo que si vendes por volumen, la mezcla es mayormente de propano.
“Y si la venta al usuario es por peso, pues en vez de venderle propano le vendes butano, entonces pesa más el líquido y esto es la forma de robo, y si a eso todavía le alteras el control volumétrico, pues imagínate, eso es lo que está ocurriendo”, agregó.
Mientras que la presidente de la Asociación de Distribuidores y Expendedores de Energía (ADDE), Beatriz Marcelino, afirmó que la alteración en los porcentajes de la molécula de gas LP no es ilegal, pues aun cumple con la Norma Oficial Mexicana (NOM) 016 sobre la calidad de los combustibles, porque la densidad está marcada de .40 a .56 y dentro de la mezcla se cumple y contamina menos el propano, “por lo que no lo ven con malos ojos, aunque la desventaja es en el usuario final en su economía, porque al final se gasta más gas”.
Luis Chavarría agregó que en la misma NOM se habla de la calidad de combustibles como gasolinas, turbosina, diesel y gas LP; añadió que existen 39 laboratorios en el país, “pero no nada más basta con que estén acreditados ante la EMA, tienen que ser autorizado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE)”.
Sobre por qué no se hacen revisiones a combustibles, el directivo dijo que “hay un cuello de botella, porque nada más hay 8 laboratorios en el país, es muy baja la cobertura que se tiene”.
Sin impacto
A casi 10 meses de la creación de Gas Bienestar, Luis Chavarría dijo que no tuvo el impacto esperado, porque no se pudo realizar a escala nacional, además solo pudo dar cobertura con la infraestructura que tenía a 3 por ciento de la Ciudad de México.
“El hecho de que haya salido con un precio más económico, pues no podía competir contra altos volúmenes que ya manejaba la competencia, pero también Gas Bienestar pudo haber llegado con altos descuentos de hasta un 35 por ciento de los precios que había en el mercado, pero no lo hizo y fue del 10 por ciento. Entonces tampoco fue como prometió que iba a tener precios demasiado baratos”, expuso.
En México, 70 por ciento del gas es de importación, y el precio está establecido prácticamente por los importadores y comercializadores, por lo que de acuerdo con los especialistas había mucho margen de ganancia.
Beatriz Marcelino añadió que el programa de Gas Bienestar está en pausa pero se sigue comercializando en colonias de Iztapalapa y Tláhuac; “el programa quiere seguir funcionando para beneficiar al público”.
AMP