Cuando una persona consigue que su apellido sea reconocido como una marca famosa, se puede decir que ha hecho un excelente trabajo. Ese es el caso de Michael Dell, uno de los principales vendedores de computadoras del mundo y, por consecuencia, uno de los hombres más poderosos y acaudalados.
Antes de formar el imperio informático conocido simplemente como Dell, Michael atravesó un camino sui géneris.
Él mismo cuenta que en su juventud su gusto por la escuela era escaso, pero intentó complacer a sus padres e ingresó a la carrera de medicina. Aunque lo intentó, le bastó un año para darse cuenta que el estetoscopio no era algo que combinara con su personalidad aventurera.
Lo que realmente llenaba a Michael Dell estaba escondido en las entrañas de las “novedosas” computadoras de los 80, específicamente en las que fabricaba Apple.
Su pasión comenzó desde los 15 años, cuando sus padres le regalaron una Apple II. A su creador Steve Jobs le llevó años desarrollarla, pero en cuanto la tuvo en sus manos, Dell la desarmó porque tenía curiosidad de saber cómo funcionaba. Ese primer acercamiento sería clave en su vida, al adentrarlo en el mundo informático.
Grandes empresas nacieron en un garaje, pero la de Dell solo necesitó del dormitorio que ocupaba en su único año en la universidad. Ahí se le ocurrió mejorar las computadoras que se vendían, con base en agregar material informático sobrante.
De esa forma seurgió PC Limited, compañía que un par de años después se transformó en Dell Computer Corporation.
Hacia la conquista
Ya fuera de su dormitorio, Dell constituyó una pequeña empresa en la que unos apuntaba pedidos y otros los montaban. Según el propio Michael, eran tres tipos con desarmadores en una mesa de dos metros hecha con tablas.
Arrancar ese proyecto solo le costó mil dólares; sin embargo, al poco tiempo se dio cuenta del potencial y de la importancia de contar con más capital, por lo que convenció a familiares de que inyectaran 300 mil dólares.
La ampliación de capital fue fundamental en el crecimiento de Dell, y en pocos años la compañía pasó de facturar 50 mil dólares al año, a la exorbitante cantidad de 60 millones.
El crecimiento de su empresa lo llevó, con solo 27 años, a ser el CEO más joven de la revista Forbes, edición 1992.
Consolidación
Los 90 fueron clave para Dell Computer. Aprovechó el inicio del despegue del internet para vender sus ordenadores. El resultado fue inimaginable; en solo seis meses la compañía reportó un millón de ventas diarias a través de su sitio virtual dell.com.
Los datos comprueban la importancia de Dell en un mercado donde competía directamente con el gigante Apple. A inicios de la década pasada superó a Compaq y se hizo de 13 por ciento del mercado mundial de computadoras, además en un momento en el que el mercado decaía, Dell crecía a ritmos de 30 por ciento en todo el mundo.
El artífice del despegue fue Michael Dell, pero en 2004 renunció a la presidencia ejecutiva y cedió el control a Kevin Rollings. Se dijo que se iba para enfocarse en su fundación, pero los analistas remarcaban la tendencia de las empresas estadunidenses por evitar la concentración de poder.
Con Rollings llegó la decadencia a la firma y bastaron tres años para que Dell se diera cuenta de su error y decidiera repatriar a su fundador. Nuevamente al cargo, Michael Dell regresó a la empresa a los primeros planos del mundo tecnológico, ha continuado con su incesante labor de abaratar precios y amasa una fortuna que asciende a 20 mil 600 millones de dólares.
Dell
Su apellido ha trascendido tanto que posee una de las marcas de computadoras legendarias y reconocidas de todo el mundo.
Apple
Michael Dell usaba las computadoras que diseñó el fallecido Steve Jobs únicamente para conocer exactamente cómo funcionaban por dentro.
Éxito
Gracias al exponencial crecimiento de Dell Computer, con solo 27 años destacó como el CEO más jóven de la revista Forbes, edición 1992.