Minar Bitcoin eleva hasta 73.8% consumo eléctrico de los mexicanos

Hacer una transacción en Bitcoin requiere mil 719.51 kilovatios hora.

Bitcoin consume casi la misma energía que Austria y Venezuela.
Ciudad de México /

Hacer una transacción en Bitcoin requiere mil 719.51 kilovatios hora (kWh), por lo que el consumo promedio de energía de un mexicano aumenta hasta 73.8 por ciento, a 4 mil 48 (kWh), al año.

De acuerdo con el Cambridge Bitcoin Electricity Consumption Index, este activo digital consume 81 mil 51 teravatios hora (TWh) al año, por lo que si fuera un país, ocuparía el lugar 39 en consumo anual de electricidad, seguido de Austria y Venezuela.

Otro gran consumidor de energía son las consultas a ChatGPT que requieren 10 veces más electricidad que una búsqueda de Google, debido a la electricidad consumida por los centros de datos de Inteligencia Artificial.

Ante ello, el Fondo Monetario Internacional (FMI) destacó que la minería criptográfica y los centros de datos juntos representaron dos por ciento de la demanda mundial de electricidad en 2022 y es probable que esa proporción aumente a 3.5 por ciento en tres años, según sus estimaciones basadas en proyecciones de la Agencia Internacional de Energía.

“Eso sería equivalente al consumo actual de Japón, el quinto usuario de electricidad más grande del mundo”, señaló el IMF.

Destacó que el impacto climático de estas actividades, independientemente de sus beneficios sociales y económicos, es motivo de preocupación.

En una investigación reciente del FMI encontró que la minería criptográfica podría generar 0.7 por ciento de las emisiones mundiales de dióxido de carbono para 2027.

Extender el análisis a los centros de datos, significa que sus emisiones de carbono podrían alcanzar los 450 millones de toneladas para 2027, o 1.2 por ciento del total mundial.

Ante tal problemática, refirió que el sistema tributario es una forma de dirigir a las empresas hacia la reducción de las emisiones.

Según las estimaciones del FMI, un impuesto directo de 0.047 dólares por kWh hora impulsaría a la industria de la criptominería a reducir sus emisiones de acuerdo con los objetivos globales.

“También se tiene en cuenta el impacto de la contaminación del aire en la salud local, esa tasa impositiva aumentaría a 0.089 dólares, lo que se traduciría en un aumento del 85 por ciento en el precio promedio de la electricidad para los mineros”, explicó.

Tal gravamen elevaría los ingresos anuales del gobierno de 5 mil 200 millones de dólares a nivel mundial y reduciría las emisiones anuales en 100 millones de toneladas, emisiones actuales de Bélgica.

En cuento a los centros de datos, señaló que un impuesto específico sobre su uso de electricidad tendría que establecerse en 0.032 dólares por kilovatio hora ó 0.052 dólares, incluidos los costos de contaminación del aire.

“Es un poco más bajo que para las criptomonedas porque los centros de datos tienden a estar en lugares con electricidad más ecológica. Esto podría recaudar hasta 18 mil millones de dólares al año” indicó.

La realidad de la actualidad

Actualmente muchos centros de datos y mineros criptográficos disfrutan de “generosas” exenciones fiscales e incentivos sobre los ingresos, el consumo y la propiedad.

“Teniendo en cuenta el daño ambiental, la falta de empleo significativo y las presiones sobre la red eléctrica, con posibles aumentos los precios para los hogares y reduciendo la demanda de uso de otros bienes de bajas emisiones, como los vehículos eléctricos, los beneficios netos de estos regímenes fiscales especiales no están claros en el mejor de los casos”, puntualizó el FMI.

¿Inteligencia artificial aliada contra el calentamiento global?

Las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) podrían conducir a un uso de energía más inteligente y eficiente, lo que expertos señalan que puede aliviar la demanda de electricidad.

“Las políticas correctas aún pueden incentivar el desarrollo de aplicaciones de IA con efectos secundarios sociales positivos al tiempo que abordan el daño ambiental”, expuso el FMI.

Para los responsables de la formulación de políticas, un precio amplio del carbono coordinado entre los países sería la mejor manera de reducir las emisiones, porque fomentaría la reducción del consumo de combustibles fósiles, las fuentes de energía más limpias y la mejora de la eficiencia energética.

Destacó que para limitar el calentamiento global a 2 grados, los países tendrían que introducir medidas adicionales equivalentes a un precio del carbono que aumente a 85 dólares por tonelada para 2030.

“En ausencia de un precio global del carbono, las medidas específicas podrían alentar a los mineros de criptomonedas y a los centros de datos a utilizar equipos más eficientes energéticamente e incluso podrían motivar la adopción de una minería criptográfica menos intensiva en energía”, dijo.

CHZ

  • Fernanda Murillo
  • Economista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), foodie y swiftie. Actualmente reportera del sistema financiero, macroeconomía, organismos financieros y banca multilateral internacional, mercado de valores, agentes y mercados globales.

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