Mineros reclaman pagos tras anulación del NAIM

Indemnización. Ganadores de concesiones alistan hasta 30 demandas por costos de permisos, de estudios, trámites de cambios de suelo, despalme controlado...

Mina localizada en el km 43 de la carretera federal Texcoco-Calpulalpan. (Omar Franco)
Pilar Juárez
Ciudad de México /

Ganar una concesión para la extraer materiales pétreos —bloques, losetas o fragmentos de distintos tamaños— para la construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco, pasó en solo unos meses de ser una gran oportunidad de negocio a un cúmulo de gastos millonarios que difícilmente serán recuperados, por lo que cerca de 30 representantes de distintas minas preparan acciones legales para reclamar el pago de sus contratos y gastos.

Carlos Artolozaga, concesionario de un frente de material pétreo localizado en el Estado de México, explicó que obtener una concesión minera otorgada por las autoridades ambientales y por el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM) fue un proceso muy largo y complicado.

Los costos de cada uno de los permisos dependían de las condiciones de los terrenos, así como de estudios ambientales. Se solicitaron permisos municipales, estatales, federales, estudios de laboratorio de material, trámites de cambios de suelo, costos de despalme controlado y preparación del terreno, entre otros.

Aunado a los costos laborales, se estima que en promedio, por cada uno de los bancos de material pétreo o mina, se generaban 25 empleos directos, los cuales se han perdido al suspender operaciones.

“Teníamos proyectado trabajar en las minas y en la introducción del material al aeropuerto entre dos y tres años. Por ejemplo, ésta (localizada en el km 43 de la carretera federal Texcoco-Calpulalpan, ejido de San Pedro Cuautzingo, Municipio de Tepetlaoxtoc) y muchas otras tienen de explotación avanzada entre 5 y 10 por ciento. En la mayoría de las minas teníamos visto a futuro recuperar la inversión en tres años”, señaló.

Son bancos pétreos que apenas se iniciaban su explotación, muestra de ello es que hay caminos recién abiertos, con cúmulos de tezontle amontonado y maquinaria abandonada, como lo constató MILENIO en una visita a los terrenos.

Bek Cervera, concesionario de una mina de tezontle, comentó que sólo el resolutivo para obtener permisos ambientales de un área cercana a 18.7 hectáreas ante la Comisión Nacional Forestal costó 2 millones 800 mil pesos, pero que al sumar trabajos como apertura de caminos, despalmes, estudios de laboratorio y pruebas de reservas probadas y probables, el monto asciende a 20 millones.

En una situación similar están cerca de 140 bancos de materiales, estimó Cervera. Sin embargo, los mineros organizados en una primera instancia para revisar los costos y posibles indemnizaciones, son los ubicados en terrenos cercanos a la carretera México-Calpulalpan, Otumba y Teotihuacán.

Entre las minas o bancos de piedra que aportaban materiales para la construcción del NAIM están La Colorada, San Andrés, San Miguel, Santa Bárbara, Los Pericos, Zempoala, San Pedro Cuautzingo, Centauro, Pedregal, San Luis, El Coyote, La esperanza. Entre las empresas: Bindus International, Grupo Garcher, Grupo Tobías, Constructora Tlalej, Grupo Constructor Carmat, Savemart y Grupo Anfer.

TRABAJO HECHO

Por las características del terreno del ex vaso de Texcoco, en los trabajos de cimentación se consideró la colocación de tezontle, basalto y la preparación del suelo de las pistas para soportar la sobrecarga prevista.

Cervera indicó que se suministró material para las Pistas 2 y 3, así como para trabajos de cimentación y la torre de control. Según el GACM, la cimentación de las pistas implicaba un método conocido como precarga, que consiste en cubrir todo el terreno con un material muy pesado para que el suelo se hunda de manera acelerada, y posteriormente, se coloca una capa de tezontle para soportar la pista.

Para atender el tema de las indemnizaciones, señaló que no hay una petición formal con el GACM porque los acercamientos han sido con los contratistas directos como Grupo Carso, Prodemex, La Peninsular, Coconal e ICA; sin embargo, dijo que se están organizando para hacer una demanda por daños y perjuicios.

Francisco Rubio, representante legal de las empresas mineras agrupadas, dijo a MILENIO que la cancelación del NAIM afecta directamente a los concesionarios del material pétreo.

Solo en maquinaria especializada se tienen gastos superiores a 2 millones de pesos por mina. “Algunos teníamos unos contratos mínimos forzosos y se tuvo que liquidar a todos los trabajadores. No teníamos relación contractual con el grupo aeroportuario, pero al final de cuentas tuvimos que resarcir todos esos daños que nosotros teníamos como obligaciones”, dijo Cervera.

Cada mina o banco pétreo tiene una situación particular en cuanto a gastos que dependía de las características de cada terreno, extensión y tipo de material; por ejemplo, en las minas de basalto se requería de permiso de la Secretaría de la Defensa Nacional para uso de explosivos y por el tipo de maquinaria comparado con una mina de tezontle, el costo se eleva casi un 200 por ciento, estiman los entrevistados.

CLAVES

PÉTREO
Son materiales que provienen de la roca o de un peñasco; habitualmente se encuentran en forma de bloques, losetas o fragmentos de distintos tamaños.

TEZONTLE
Se trata de una roca de color rojo de origen volcánico (ígnea), la cual se ubica en las laderas de los cerros, volcanes y depresiones.

EN CIFRAS

25 empleos directos es lo que ofrecía cada mina, los cuales han desaparecido con la cancelación.

20 millones de pesos es lo que gastaron algunas mineras para conseguir los permisos necesarios.

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