Los gnósticos hablaron de una luz oscura”, decía el escritor argentino Jorge Luis Borges en su cuento El Zahir, para explicar lo que es un oxímoron, figura retórica que combina dos palabras contradictorias para generar una expresión distinta. Una comunista que vestía Louis Vuitton, también es una contradicción en sí misma, pero que dio paso al nacimiento de Miuccia Prada: la multimillonaria de la moda con gran consciencia política.
Para contar la historia de la heredera de la mítica firma de moda Prada, hace falta remontarse a la década de los 70, concretamente a la Italia influida por el movimiento estudiantil que se vivía en varios países.
Entre millones de jóvenes que salían a las calles a marchar, planteando un compromiso histórico entre las grandes fuerzas sociales, había una que resaltaba por su estilo: Miuccia Prada.
Eran los años del gran salto del Partido Comunista Italiano, que en 1976 consiguió su mayor éxito en las urnas, al alcanzar 34.6 por ciento de los votos del electorado.
Miuccia Prada, una de las integrantes del movimiento comunista, quien nunca quiso diseñar ropa porque consideraba que eso contradecía su punto de vista como estudiante de ciencias políticas, feminista y pieza activa del partido.
Miu Miu, como le dicen sus amigos, también estudió arte dramático, lo que la impulsó a ser mimo durante aproximadamente cinco años.
Camino
Miuccia nunca mostró gran interés en el negocio familiar, una tienda de accesorios de piel fundada en 1913 por su abuelo, Fratelli Prada, en el centro de Milán, que por sus buenos acabados y diseños lo convirtió en el proveedor oficial de la Familia Real italiana.
“No quería entrar a ese mundo. Para una feminista era una posición incómoda”, dijo en una entrevista con la crítica de moda Robin Givhan.
En 1977, contra todos los pronósticos, la nieta más joven de Fratelli Prada, tomó el timón de la empresa con la firme intención de iniciar una revolución en la controvertida industria de la moda.
Con base en innovación y esfuerzo hizo crecer la oferta de productos al introducir la emblemática línea de calzado femenino, creando una línea masculina y llevando a Prada al reconocimiento internacional. En ese lapso, se casó con el empresario Patrizio Bertelli, quien es el actual codirector ejecutivo de la firma.
A los accesorios de cuero se le sumó una exitosa y emblemática línea de bolsas negras de nylon; en 1988 las colecciones de prêt-à-porter fueron presentadas en la semana de la moda de Milán, y hasta la fecha siguen marcando tendencia.
Los diseños de Miuccia se caracterizan por la sobriedad, elegancia y uniformidad en cuanto a color.
En 1992 ya con experiencia y capital, decidió crear una línea propia de ropa y accesorios inspirados en su guardaropa, para eso, usó su apodo como nombre de una firma innovadora, colorida y juvenil: Miu Miu.
La heredera de Prada es una excelente diseñadora y una hábil mujer de negocios, según Forbes, posee una fortuna de 3 mil 500 millones de dólares. Miuccia es co-directora ejecutiva del conglomerado Prada Group, que incluye Prada, Miu Miu, Church’s, Car Shoe y Pasticceria Marchesi.
Muccia y su esposo, poseen la Fundación Prada: 19 mil metros cuadrados dedicados al arte en Milán.
Miuccia ha conseguido marcar el ritmo de la moda contemporánea. Su rostro enmarca una mirada cálida y fuerte, pero su persona irradia poder y pasión, lo que la ha ayudado a revolucionar los gustos con su concepto de los feo-chic, estilo que inauguró una nueva era en la que se asegura que lo bello tal cual, aburre.
Destino
La italiana nació en 1949, en el seno de una familia que comenzaba a levantar un imperio en el mundo de la moda.
Ideal
Los movimientos estudiantiles de la década de los 70 marcaron fuertemente su personalidad.
Giro
A pesar de que en su juventud nunca pensó en diseñar ropa, hoy es una de las más reconocidas en ese ámbito.
Miuccia Prada, la comunista que vestía de Louis Vuitton
La heredera de la legendaria empresa de moda ha acumulado una fortuna de alrededor de 3 mil 500 millones de dólares.
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