Aunque la discusión de las reformas a la Ley del Banco de México en materia de captación de divisas se aplazó hasta 2021, cualquier modificación atenta contra la autonomía del banco central y, por tanto, sobre la fundamentación técnica de sus decisiones, puede tener un impacto en la calificación crediticia del país, en la inversión y en la recuperación económica, tras la crisis por la pandemia del covid-19, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
“El problema, más allá del contenido específico de la reforma que se está discutiendo en la Cámara de Diputados, es que su aprobación o su eventual aprobación hoy o el próximo año enviaría una clara señal a los mercados y a inversionistas nacionales e internacionales de que la operación del Banco de México puede estar sujeta a determinaciones externas y ello estaría poniendo en duda la preservación de su fundamentación técnica y de su objetividad en sus decisiones futuras”, dijo el presidente Nacional del IMEF, Ángel García-Lascurain.
En videoconferencia con medios, agregó que “eso tendrá un impacto negativo sobre las expectativas de inversión y sobre la recuperación económica del país porque más allá de consideraciones técnicas, se estaría afectando la posibilidad de generar un crecimiento económico más acelerado y, al final, promover condiciones de bienestar más propicios para los mexicanos”.
El presidente del Comité Nacional de Estudios Económicos del IMEF, Gabriel Casillas, añadió que el problema de estas “medidas irresponsables” es que la inversión lo que menos quiere es que le cambien las reglas del juego y mucho menos si ni siquiera son para que haya una mejoría sustantiva en el crecimiento del país.
Recordó que hasta hace algunas semanas, los legisladores estaban imponiendo iniciativas de manera incesante que causaban mucho ruido, y si bien ninguna ha sido aprobada, en esta ocasión tiene un doble efecto; uno, que empiezan a tener la posibilidad de ser aprobadas y; dos, que tienen el efecto propio de las iniciativas.
Casillas apuntó que en el caso de la reforma a la Ley del Banco de México, es tan grave que puede implicar pérdida de calificación crediticia, limitar el acceso las líneas de crédito como, la línea Swap entre el Banco de México y la Reserva Federal de Estados Unidos, la línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional y cerrar las puertas con el Sistema Financiero Internacional, lo que limitaría acceso al financiamiento en mercados internacionales.
El presidente Nacional del IMEF añadió que el tema de la autonomía del Banco de México está fundamentado a nivel constitucional y su autonomía la ha ejercido con toda la seriedad y prudencia, pues ha venido operando y gestionando sus operaciones con base en decisiones técnicamente fundamentadas, siempre con objetividad y ello le ha permitido a lo largo de las últimas décadas consolidar un prestigio internacional y nacional que realmente es un patrimonio de la estabilidad macroeconómica de México y que se requiere para la recuperación económica.
“Esta solidez institucional del Banco de México es lo que ha permitido en buena medida resguardar el tipo de cambio en circunstancias muy complejas como las que hemos vivido este año, mantener la inflación en niveles reducidos y con esto proteger el poder adquisitivo de los mexicanos porque es parte de su misión y su mandato central”, afirmó.
AMP