Gasto social y apoyo a Pemex, riesgos para México: Moody's

La calificadora bajó de 2.2 a 1.7 la expectativa de crecimiento para este año.

Moody's
Silvia Rodríguez
Ciudad de México /

La agencia Moody’s Investors Service alertó que es probable que este año la perspectiva de la calificación crediticia de México (A3) cambie debido a las presiones que representan para las finanzas públicas los apoyos que el gobierno federal está dando a Petróleos Mexicanos (Pemex) y la priorización que hace en el gasto social.

“Sin lugar a dudas” hay presión sobre la perspectiva soberana, es probable que se mueva, pero la calificación se puede mantener este año; sin embargo, el próximo dependerá de la respuesta de las autoridades a nuestras preocupaciones, indicó en teleconferencia con medios, el analista soberano de México en Moody’s, Jaime Reusche. 

Explicó que las preocupaciones de la agencia radican en cómo se van a manejar las presiones en las cuentas públicas, ante un gobierno que está priorizando el gasto social y de desarrollo, con apoyos a Pemex y responsabilidad fiscal, sin anuncios de aumentos en ingresos, “es difícil hacer las tres cosas”, dijo. 

El analista señaló que las necesidades de financiamiento de Pemex oscilan entre 10 mil y 15 mil millones de dólares anuales y si bien las acciones para el controlar el robo de combustibles son positivas, lo que se recibirá por esta vía apenas es de mil 600 millones de dólares anuales, que resulta insuficiente.

Es así que la empresa productiva del Estado podría optar por salir a los mercados, pero este año sería irresponsable porque debido a la incertidumbre que ha generado su situación financiera, la prima de riesgo es alta y “sería irresponsable”, lo que implicará mayor apoyo del gobierno.

En este sentido, la mayor preocupación para Moody’s radica sobre el futuro de la calificación del soberano y no sobre la de Pemex, pues el gobierno está apoyando a la empresa, aunque no implica que “esté fuera de peligro”.

A esto se suma que en Pemex hay proyectos de inversión, como la construcción de la refinería en Dos Bocas, Tabasco, y proyectos de exploración y producción donde no hay gastos ni riesgos compartidos que se podrían tener si se echara mano de los beneficios de la reforma energética.

Baja estimación

Reusche abundó que este contexto se suma al ambiente de incertidumbre que ha generado el nuevo gobierno, con mensajes encontrados que han propiciado que se detengan aún más las inversiones, las cuales es probable que se sigan contrayendo.

Por lo anterior, la calificadora bajó sus perspectivas de crecimiento económico para 2019, de 2.2 a 1.7 por ciento, aunque prevé una aceleración en 2020 a 2 por ciento, gracias a la inversión pública y transferencias del gobierno que impulsarán el consumo. 

Sin embargo, abundó, no se prevé una dinámica en la inversión privada, la cual es necesaria para generar mayor empleo y con éste, consumo, por lo que todo estaría sustentado en el rol del Estado en la economía y eso merma la calidad de la aceleración económica.

Es así, que si no se acelera la actividad económica, las cuentas fiscales también estarán impactaras porque tampoco habrá mayor recaudación tributaria, “habrá consumo, pero no de calidad ni sostenible” Otros riesgos para el crecimiento de México radican en presiones sobre la aprobación en el Congreso estadunidense del Acuerdo México, Estados Unidos, Canadá (T-MEC), indicó Jaime Reusche.

GGA

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