Los altos niveles de inflación que persisten en las cinco principales economías de América Latina, entre ellas México, afectará de manera desproporcionada a las familias de menores recursos, inhibirá el gasto y generará descontentos sociales durante este año, advirtió agencia califica Moody’s Investor Services.
En un reporte, Moody’s explicó que la inflación, que se encuentra por encima de los rangos objetivo de las autoridades monetarias, persistirá durante todo este año y se desacelerará en 2023.
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“La inflación que reduce los salarios reales corre el riesgo de reducir el consumo y pesar sobre la actividad económica en América Latina, afectando de manera desproporcionada a los hogares de bajos ingresos y generando el riesgo de descontento social”, señaló.
Así, el impacto macroeconómico general del actual aumento de la inflación es negativo porque genera dos desafíos directos: el primero, es una reducción de los salarios reales que probablemente reducirá el consumo privado y pesará sobre la actividad económica, moderando aún más el crecimiento en toda la región.
El segundo, es la intensificación del malestar social a medida que aumenta el costo de las necesidades básicas para la población en general. El aumento de la inflación para la mayoría de las economías latinoamericanas se debe en parte al fuerte aumento de los precios de la energía y los alimentos.
Agregó que los alimentos y la energía son los principales componentes de la mayor inflación general. La política monetaria en América Latina se inclinó hacia el endurecimiento antes que en otras economías emergentes y mucho antes que en las economías avanzadas.
Además, los hogares vulnerables que gastan una mayor proporción de sus ingresos en alimentos y energía corren el riesgo de caer en la pobreza.
En contraste, la inflación ha ayudado a impulsar los ingresos de los gobiernos latinoamericanos, que han aumentado el gasto en subsidios y programas sociales existentes. Pero las finanzas públicas enfrentan mayores costos de financiamiento a medida que los bancos centrales elevan las tasas de interés e implementan restricciones monetarias, especialmente para países con altas proporciones de pago de intereses a ingresos del gobierno.
Moody’s suma a esto los efectos de la guerra de Rusia en Ucrania ante el aumento en el costo de los energéticos y fertilizantes, además de la correlación del precio de los con el petróleo.
“Pero el aumento de los costos será más visible para los minoristas a medida que desaparezcan las distorsiones inducidas por la pandemia, y la alta inflación persistente pondrá a prueba la rentabilidad en los sectores relacionados con el consumo, como los productores de proteínas, los proveedores de automóviles y las aerolíneas”, agegó.
AMP