Moody's Investors Service cambió su perspectiva para la energía global de positiva a estable, esto derivado de la expectativa de que el ritmo de mejora en las condiciones fundamentales en toda la industria disminuirá durante los próximos 12 a 18 meses.
"Después de un rápido aumento de los precios del petróleo y el gas en 2021, la expansión de las ganancias y la generación de flujo de caja en la industria se moderará el próximo año, incluso cuando los precios se mantengan elevados", dijo en un reporte.
La vicepresidenta senior de Moody's, Elena Nadtotchi, dijo que las empresas considerarán aumentar las inversiones necesarias para respaldar la producción existente y el crecimiento modesto, mientras también compiten para satisfacer las crecientes demandas de distribución de accionistas y la mejora de la rentabilidad del capital empleado.
La calificadora añadió que la recuperación en curso de la demanda mundial de petróleo, el crecimiento gradual de la oferta y un entorno de costos manejable proporcionarán un contexto macroeconómico de apoyo para que los productores mantengan las ganancias por encima de los niveles de 2019.
"Muchos productores que no invirtieron lo suficiente en 2020-21 buscarán impulsar los presupuestos de capital para estabilizar la producción y evitar posibles caídas en los volúmenes", dijo.
Moody's cambiaría su perspectiva del sector global a positiva si el crecimiento del Ebitda global consolidado se acelera a más del 5 por ciento durante los próximos 12 a 18 meses, y a negativo si el Ebitda consolidado disminuye más del 5 por ciento.
"Los riesgos para la perspectiva estable incluyen una interrupción en la recuperación de la demanda, una recesión generalizada u otros factores que contribuyen a la caída de los precios del petróleo y el gas. El cambio climático plantea un riesgo cada vez mayor a largo plazo para la industria de la energía global debido a la transición energética, una mayor regulación y la reducción de la demanda de los inversores", expresó.
MRA